El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, eligió a varios católicos para que formen parte de su gabinete y otras áreas de su gobierno, incluyendo al abogado ambientalista Robert F. Kennedy Jr., al senador Marco Rubio y a la representante Elise Stefanik.

El presidente número 45, y pronto presidente número 47 de Estados Unidos, hizo más de una docena de anuncios en los primeros 10 días, tras su victoria electoral sobre la vicepresidenta Kamala Harris. Sin embargo, muchos de sus nominados para el gabinete y otros funcionarios del gobierno aún no han sido anunciados.

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Entre los católicos elegidos para su gabinete están Kennedy, quien fue nominado como secretario de Salud y Servicios Humanos; Rubio como secretario de Estado; Stefanik como embajadora ante las Naciones Unidas; y John Ratcliffe, nominado como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Estos cuatro puestos del gabinete requieren confirmación del Senado.

Trump también anunció que designará a Tom Homan como “zar de la Frontera”, un puesto que no requiere confirmación del Senado. Homan es católico y fue anteriormente director de Inmigración y Control de Aduanas durante la primera administración del presidente electo.

Robert F. Kennedy Jr.

Kennedy, abogado ambientalista e hijo del exsenador Robert F. Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy, fue nominado por Trump para liderar el Departamento de Salud y Servicios Humanos, que supervisa 10 agencias, incluida la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).

“Durante demasiado tiempo, los estadounidenses han sido aplastados por la industria de alimentos y las compañías farmacéuticas que han participado en el engaño y la desinformación en lo que respecta a la salud pública”, dijo Trump en su anuncio.

Agregó que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS) “desempeñará un papel importante para asegurar que todos estén protegidos de productos químicos dañinos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud en el país”.

Kennedy, un demócrata de toda la vida antes de lanzarse como candidato independiente para la presidencia de los Estados Unidos en las elecciones de 2024, abandonó la carrera en agosto y respaldó a Trump después de que el expresidente le prometiera un cargo relacionado con la salud. Es católico y atribuye “una profunda iluminación espiritual” a su recuperación de la adicción a las drogas en su juventud. Sin embargo, se desvía de las enseñanzas de la Iglesia en la defensa de la vida al apoyar el aborto legal.

Kennedy ha sido crítico del calendario de vacunación infantil. Ha dicho que no “quitaría las vacunas a nadie” como secretario de Salud y Servicios Humanos, pero promovería más investigaciones sobre los efectos secundarios. Ha sido un crítico constante de las grandes compañías farmacéuticas que influyen en las regulaciones y del impacto que la comida procesada tiene en la salud.

“Espero trabajar con los más de 80.000 empleados del HHS para liberar a las agencias de la nube sofocante de las corporaciones, para que puedan cumplir su misión de hacer de los estadounidenses las personas más saludables de la Tierra”, señaló Kennedy en un comunicado.

Marco Rubio

Trump nominó a Rubio, un antiguo rival para la presidencia, como secretario de Estado.

“Marco es un líder muy respetado y una voz muy poderosa por la libertad”, señala un comunicado del equipo de transición de Trump. “Será un fuerte defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un guerrero valiente que nunca se echará atrás frente a nuestros adversarios”.

Rubio ha sido senador por Florida desde 2011 y previamente fue miembro de la Cámara de Representantes de Florida. Sus padres inmigraron a Estados Unidos desde Cuba. 

Fue criado en la fe católica desde temprana edad, pero su familia comenzó a asistir a una iglesia mormona durante su niñez antes de regresar al catolicismo. Aunque el senador es católico, a veces asiste a una iglesia bautista con su esposa.

“Como secretario de Estado, trabajaré todos los días para llevar a cabo la agenda de política exterior de [Trump]”, manifestó Rubio en un comunicado tras el anuncio. “Bajo el liderazgo del presidente Trump, entregaremos paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de América por encima de todo”.

Rubio ha apoyado históricamente una política exterior belicista, la cual en ocasiones entra en conflicto con la retórica de campaña de Trump, que es escéptico de la participación de Estados Unidos en guerras extranjeras. Sin embargo, en los últimos años, se ha acercado a la visión de Trump sobre la política exterior. Inicialmente estuvo a favor de que Estados Unidos ayudara a Ucrania, pero votó en contra del último proyecto de ley de colaboración.

Elise Stefanik

El presidente electo nominó a Stefanik para servir como embajadora de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, un cargo que representa principalmente los intereses estadounidenses en la organización internacional.

“[Stefanik] fue el primer miembro del Congreso en respaldarme y siempre ha sido una defensora inquebrantable”, sostuvo Trump en un comunicado. “[Ella] lideró la lucha contra el antisemitismo en los campus universitarios. Será una embajadora increíble ante las Naciones Unidas, entregando paz a través de la fuerza y las políticas de seguridad nacional ‘America First (América Primero)’”.

Stefanik es la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, lo que la convierte en la cuarta republicana más importante en la cámara. Será reemplazada en este cargo por la representante Lisa McClain. 

Stefanik es una fuerte defensora de la acción militar israelí en la franja de Gaza palestina y el sur del Líbano. Es católica, está en contra del aborto, pero apoya el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“El trabajo que tenemos por delante es inmenso, ya que vemos cómo el antisemitismo se dispara junto con cuatro años de un liderazgo estadounidense catastróficamente débil que debilitó significativamente nuestra seguridad nacional y disminuyó nuestra posición tanto ante aliados como adversarios”, indicó Stefanik en un comunicado.

“Estoy lista para avanzar en la restauración de la paz a través de la fuerza y el liderazgo ‘America First’ del presidente Donald J. Trump en el escenario mundial desde el primer día en las Naciones Unidas”, afirmó.

Stefanik, al igual que Rubio, históricamente ha sido más belicista en cuanto a la política exterior, pero se ha acercado a las opiniones de Trump en tiempos recientes. Inicialmente apoyó la ayuda estadounidense a Ucrania, pero luego se opuso a ella. También ha respaldado previamente la adhesión de Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

John Ratcliffe

Ratcliffe sirvió brevemente como director de inteligencia nacional durante el primer mandato de Trump y es un excongresista. Ahora encabezará la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

“Desde exponer la falsa colusión rusa como una operación de la campaña de Clinton hasta descubrir el abuso de las libertades civiles por parte del FBI en la corte FISA, John Ratcliffe siempre ha sido un guerrero por la verdad y la honestidad con el pueblo estadounidense”, precisó Trump en un comunicado. “Cuando 51 funcionarios de inteligencia mentían sobre el ordenador portátil de Hunter Biden, hubo uno, John Ratcliffe, diciendo la verdad al pueblo estadounidense”.

Al igual que Rubio y Stefanik, Ratcliffe también ha sido históricamente belicista. Ha sido muy crítico con los funcionarios chinos e iraníes. Ha criticado a la administración de Joe Biden por no proporcionar más inteligencia y ayuda militar a Israel.

Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.