Al culminar su Asamblea Plenaria, los obispos de la Conferencia Episcopal de Chile celebraron este sábado una Misa en conmemoración de dos importantes aniversarios: Los 50 años de la consagración del Santuario de Maipú a la Virgen del Carmen; y los 40 años del Tratado de Paz y Amistad entre Chile y Argentina.
La Eucaristía, que tuvo lugar en el Santuario Nacional de Maipú, fue celebrada por el Presidente de la Conferencia Episcopal y Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo Salinas, y contó con la presencia de autoridades, miembros de las Fuerzas Armadas y civiles, y un gran número de fieles.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Al referirse al 50° aniversario de la consagración, recordó la figura del Cardenal Raúl Silva Henríquez, quien protagonizó aquel momento, y recordó que el templo es “morada de Dios entre los hombres”, lugar de gracia y bendición, y símbolo de unidad y paz.
"Aquí, con Cristo, a los pies de María, se ha forjado un alma, la historia de nuestro pueblo, y solo en fidelidad a ésta es fecunda la esperanza ", aseguró.
“Feliz coincidencia al celebrar en estos días el Cuarenta Aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre dos pueblos hermanos”, mencionó el prelado, agradeciendo los esfuerzos de ambas naciones y nombrando a figuras como San Juan Pablo II y el Cardenal Antonio Samoré, tan importantes en aquel momento.
En ese marco, pidió para Argentina y Chile que el Cristo Redentor de Los Andes continúe bendiciéndolos con paz y fraternidad.
Finalmente, invitó a los presentes a renovar juntos el compromiso para hacer de la patria una “mesa para todos”.
La ceremonia concluyó con la bendición de los muros del santuario y de la imagen de la Virgen del Carmen, y luego se entonaron las estrofas de los himnos nacionales de Chile y Argentina, y se ofreció a la Virgen un homenaje folclórico de los “Maipucitos”.
“Alegres en la esperanza”
Como es costumbre, al finalizar su Asamblea Plenaria, los obispos de Chile dirigieron un mensaje al pueblo de Dios, en esta oportunidad titulado “Alegres en la esperanza”.
En sus palabras, los prelados manifiestan preocupación por la situación que se vive en el país ante la “creciente amenaza” del crimen organizado y del narcotráfico sobre la convivencia social y la vida democrática, las carencias materiales “que afligen a los más vulnerables”, las “disputas estériles”, la corrupción, y la falta de acogida a los migrantes.
En ese marco, llaman a las autoridades a “trabajar decididamente por el bien común” procurando “fortalecer la democracia y sus instituciones”.
El Episcopado chileno valora también el Sínodo de la Sinodalidad que finalizó recientemente, que contribuyó a “la conciencia de la corresponsabilidad de todos los bautizados en la misión evangelizadora”.
Asimismo, anima a rezar por los jóvenes ante la próxima Jornada Nacional de la Juventud, que será oportunidad para generar espacios en que ellos puedan “fortalecer su compromiso de fe y servicio a nuestra patria”.
Finalmente, convocan a vivir el Año Santo Jubilar 2025 “desde una auténtica actitud espiritual y uniéndose a las diversas iniciativas en nuestras Iglesias particulares”.