“El desamparo que muchas mujeres embarazadas aún experimentan por parte del sector público es escandaloso” en España, según denuncia María Torrego, presidenta de la Fundación Red Madre, que acaba de presentar su octavo Mapa de la Maternidad.
Este informe se elabora desde 2015 con el objetivo de identificar y cuantificar el gasto público destinado específicamente a la atención a la mujer embarazada con independencia de su situación laboral, recopilar y cuantificar las ayudas directas por hijo nacido durante el año 2023 y conocer las políticas que en este campo se han puesto en práctica en diferentes países de la Unión Europea.
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En el estudio se destaca que los gobiernos autonómicos “gastan 12 veces más en aborto que en ayudar a la mujer embarazada que quiere ser madre”, a excepción de la Comunidad de Madrid.
En total, en el año 2023 las administraciones ofrecieron algo más de 63 millones de euros de ayudas a la maternidad, de los que la administración regional madrileña aporta 60 millones y medio.
Esto equivale a una media nacional de 149 euros por embarazada al año. Descontando a la Comunidad de Madrid, el apoyo público a la maternidad se reduce a 6,5 euros anuales.
Sólo en La Rioja se ofrece también una ayuda significativa, pero el importe global anual apenas supera el millón de euros, lo que supone una media anual de ayuda de 430 euros por mujer embarazada.
En un escalón administrativo inferior, sólo 8 de las 41 diputaciones presentes en España ofrecen algún tipo de ayuda. Entre las 50 capitales de provincia, sólo una de cada cinco contempla algún tipo de ayuda, siendo Madrid la primera, con algo más de 575.000 euros para una población de más de tres millones de habitantes.
La escasez de ayudas contrasta con el deseo de maternidad de las españolas. Según el informe, al menos quieren tener 2 hijos, pero sólo alcanzan el 1,1 de media, haciendo que el número de nacimientos descienda año a año, por debajo de las defunciones.
Además, según relata el informe, casi la cuarta parte (23,90%) de los hijos concebidos en España termina su vida a causa del aborto. Este porcentaje ha ido creciendo en los últimos años. En 2016, estaba situado en el 18,48%.
La cantidad de aborto contrasta con la falta de ayudas a la maternidad, de forma especial en las regiones de Asturias y Canarias, donde se perpetran más de 400 abortos por cada 1.000 nacimientos.
Cifras muy similares se observan en Cataluña (388), Islas Baleares (366) e, incluso, en la Comunidad de Madrid (341). En Andalucía y el País Vasco al cifra supera los 300 abortos por cada 1.000 nacimientos.
Más allá de las Ciudades Autónomas de Ceuta (23) y Melilla (16), las comunidades autónomas con una menor ratio de aborto por cada mil nacimientos son Extremadura (198), Aragón (215), Galicia (218) y La Rioja (224).
Además, en comparación con el resto de los países que conforman la Unión Europea, España se sitúa en el puesto 19 del porcentaje del gasto público respecto del Producto Interior Bruto (1,6%).
La presión social y laboral dificulta la maternidad
El informe de la Fundación RedMadre concluye que hay una gran presión social y laboral que empuja a las mujeres a plantearse el aborto: “Más de la mitad de las mujeres embarazadas declaran que su vida laboral cambió al anunciar el embarazo”.
Al mismo tiempo, “las tasas de empleo de las mujeres con hijos son menores a las tasas de las mujeres sin hijos. En el caso de los hombres sucede lo contrario”, exponen.
Por otro lado, se denuncia que “es un reto conseguir y mantener un empleo siendo madre”. En este sentido señalan que “la mayoría de las mujeres que abortaron eran empleadas por cuenta ajena”.
Además, entre otras dificultades indican que “las mujeres con hijos tienen mayor dificultad para encontrar empleo y para mantenerlo”, que piden la mayoría de las excedencias por cuidado de los hijos y que se ven más afectadas por las “insuficientes medidas de conciliación y corresponsabilidad”.