El Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Pietro Parolin, pronunció un discurso en nombre del Papa Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, también conocida como COP29, que se desarrolla estos días en Bakú, capital de Azerbaiyán.
Al inicio del mensaje leído ante los líderes políticos y autoridades de diversos países, el Papa Francisco esperó que esta reunión “tenga éxito en demostrar que existe una comunidad internacional dispuesta a mirar más allá de los particularismos y poner en el centro el bien de la humanidad y de nuestra casa común, que Dios ha confiado a nuestro cuidado y responsabilidad”.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Uno de los temas más urgentes de nuestro tiempo”
Advirtió en este sentido que “los datos científicos que tenemos no permiten más demoras y dejan claro que la preservación de la creación es uno de los temas más urgentes de nuestro tiempo”. Esta cuestión está además, según el Pontífice, estrechamente interrelacionada con la preservación de la paz.
El Papa Francisco también hizo referencia al contexto en el que se desarrolla esta conferencia, citando las “peligrosas tendencias de construcción de muros”, lo que calificó como un egoísmo que “alimenta un clima de desconfianza y división”.
Asimismo, lamentó que “el desarrollo económico no ha reducido la desigualdad”, sino que por el contrario “ha favorecido la priorización del beneficio y los intereses particulares a costa de la protección de los más débiles y ha contribuido al progresivo empeoramiento de los problemas medioambientales”.
Para invertir esta tendencia, el Santo Padre remarcó que es necesario “entender que las consecuencias perjudiciales de los estilos de vida afectan a todos” y por ello exhortó a lograr un “Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo en Finanzas Climáticas, uno de los más urgentes de esta conferencia”.
Se trata de un objetivo financiero, aprobado en la cumbre de París de 2015, cuya finalidad es apoyar a los países en desarrollo en sus acciones climáticas.
El Papa pide soluciones para países “cargados con deudas económicas asfixiantes”
A continuación, subrayó que se deben encontrar soluciones especialmente para los países que ya están “cargados con deudas económicas asfixiantes”, al tiempo que recordó que la deuda ecológica y la deuda externa “son dos caras de la misma moneda”, ya que “hipotecan el futuro”.
El Cardenal Pietro Parolin citó el llamamiento que realizó el Santo Padre vinculado al Año Jubilar de 2025 por medio de la bula Spes non confundit, en la que pidió a las naciones más acomodadas “que reconozcan la gravedad de tantas de sus decisiones pasadas y se determinen a perdonar las deudas de los países que nunca podrán devolverlas”.
En el citado documento, el Pontífice reiteró que se trata de un “cuestión de justicia”, destacando que existe una verdadera “deuda ecológica”, particularmente entre el norte y el sur global, vinculada a los desequilibrios comerciales “con efectos sobre el medio ambiente y el uso desproporcionado de los recursos naturales”.
De este modo, insistió en que es esencial buscar “una nueva arquitectura financiera internacional” centrada en el ser humano y que pueda respetar la dignidad de todos los países, “especialmente a los más pobres y los más vulnerables a los desastres climáticos”.
En su mensaje dirigido a los participantes en la COP29, el Papa Francisco apeló también a la voluntad política, para que dirija los recursos “hacia este noble objetivo para el bien común de la humanidad, hoy y mañana”.
Más tarde, afirmó que debemos recuperar “nuestra esperanza en la capacidad de la humanidad” y reiteró la dedicación y el apoyo de la Santa Sede en este empeño.
“La indiferencia es cómplice de la injusticia”
Insistió en que “no podemos pasar de largo y mirar hacia otro lado”, y advirtió que “la indiferencia es cómplice de la injusticia”.
“¿Qué puedo hacer yo? ¿Cómo puedo contribuir? Hoy no hay tiempo para la indiferencia. No podemos lavarnos las manos, con distancia, con descuido, con desinterés. Este es el verdadero reto de nuestro siglo”, señaló a continuación.
A modo de conclusión, el Cardenal Parolin aseguró su apoyo y el del Santo Padre “para prestar un servicio efectivo a la humanidad, de modo que todos podamos asumir la responsabilidad de salvaguardar no solo nuestro futuro, sino el de todos”.