Comprometerse con el anuncio de Jesucristo, derribar a los falsos ídolos y ser “savia nueva” para la Iglesia Católica en Chile, fueron los tres llamados que el Obispo Auxiliar de Concepción, Mons. Bernardo Álvarez, dirigió a los más de 4.000 jóvenes que participaron este fin de semana de la 40ª Peregrinación a Yumbel.
Con el lema “Jóvenes peregrinos de la esperanza”, y organizada por la Vicaría Pastoral de Juventud de la Arquidiócesis, esta edición de la tradicional peregrinación reunió a miembros de parroquias, colegios y comunidades católicas en el Estado Municipal de Monte Águila para desde allí partir en su caminata anual.
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Antes de salir, el Arzobispo de Concepción, Mons. Sergio Pérez de Arce, se hizo presente con un videomensaje y Mons. Álvarez les impartió su bendición a modo de envío.
El recorrido tuvo cuatro estaciones, repartidas a lo largo de los 12 kilómetros hasta el santuario de San Sebastián de Yumbel, cada una de ellas inspirada en los puntos pastorales de la Iglesia de Concepción: “Iglesia Orante”, “Iglesia Misionera”, “Iglesia Comunidad” e “Iglesia Servidora”.
Tras un espacio de recreación musical, los peregrinos participaron de la Misa presidida por Mons. Álvarez, quien centró su mensaje en el valor de esta peregrinación que ya lleva 40 ediciones y “nos arraiga a una experiencia vivida por la Iglesia Joven de Concepción en 1983”.
“Los pastores de ese tiempo, junto con las diversas comunidades juveniles tuvieron esa intuición profunda de marcar un hito, de manifestarse como Iglesia viva, Iglesia joven de Concepción, que tenía una mensaje de vida, un mensaje de verdad, un mensaje de libertad que proclamar en ese entonces”, recordó, valorando que “otros caminaron y peregrinaron antes que nosotros y eso es muy significativo”.
“Si queremos que esta peregrinación tenga el mayor sentido y sea fecunda como fue hace cuarenta años atrás”, señaló el prelado, la invitación es a abrir el corazón y “comprometernos con el anuncio de Jesucristo, con derribar a los falsos ídolos y que seamos, y sean especialmente ustedes los jóvenes, esa savia nueva que tanta falta le hace a nuestra Iglesia, a Chile y al mundo entero”.
Junto al pan y el vino, los jóvenes acercaron al altar la imagen peregrina de San Sebastián y cajas con las oraciones de los peregrinos.
Algunos de los participantes de la peregrinación testimoniaron sobre la importancia que tiene para ellos unirse a esta actividad. Para Fanny Zúñiga esta es “una tradición familiar y una oportunidad de dar gracias por el día a día, por estar aquí, por tener al Señor en mi vida”.
“Esta tradición viene de mi bisabuela, que falleció hace poco, entonces este año es muy especial porque es en honor a ella”, profundizó.
Por su parte, Florencia Silva participó por primera vez de la actividad y calificó este momento como una oportunidad para agradecer “todos los momentos buenos que han pasado en este año”.
Esperanza Padilla destacó el aprendizaje y valoró “ver a tantas personas reunirse para participar”, y Fanny Salazar hizo hincapié en la alegría y la disposición de los jóvenes. Al finalizar la jornada afirmó: “Luego de esta Eucaristía, yo creo que el corazón está repleto”.
“Hay un espíritu juvenil que está ferviente de Cristo, de querer seguir participando, haciendo comunidad, haciendo pastoral en la Iglesia de Concepción”, indicó Milton Gioia, Delegado Episcopal para la Juventud.
Esta peregrinación fue la antesala de la Jornada Nacional de la Juventud, que se desarrollará del 21 al 26 de enero de 2025 en La Serena, y convoca a los jóvenes a “hacerse uno con la Iglesia, en misión, y poder llevar a otros jóvenes a Cristo”, concluyó el delegado.