Los obispos del estado mexicano de San Luis Potosí anunciaron que en todas las misas, reuniones de grupos apostólicos y casas de formación religiosa se elevarán oraciones por las “vidas inocentes que van a ser abortadas”, tras la aprobación por parte del Congreso local de la despenalización del aborto hasta las 12 semanas de gestación.

De acuerdo con el órgano de comunicación del Congreso de San Luis, esta reforma votada el 8 de noviembre, modifica los artículos 148, 149 y 150 del Código Penal, que establecían sanciones para el aborto. Con la normativa aprobada, el aborto a pedido estará despenalizado hasta las 12 semanas de embarazo, y quien lo practique después de ese periodo enfrentará una sanción de entre 100 y 300 días de trabajo comunitario.

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Con esta reforma, San Luis Potosí se convirtió en el décimo cuarto estado en México en permitir el aborto hasta cierto periodo de gestación. 

Sinaloa es el único estado que permite el aborto hasta las 13 semanas de gestación, mientras que en Coahuila, aunque los artículos relacionados con la punibilidad del aborto han sido invalidados, aún no se han establecido límites claros.

Pedir por la conversión de los promotores de la “cultura de la muerte”

A través de un comunicado conjunto, los obispos de las diócesis que se encuentran en el estado de San Luis Potosí pidieron también elevar oraciones por las “personas que defienden las dos vidas (madre e hijo)”, así como por la “por la conversión de aquellos que promueven esta cultura de la muerte”.

El comunicado es suscrito por Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, Arzobispo de San Luis Potosí; Mons. Roberto Yenny García, Obispo de Ciudad Valles; y Mons. Margarito Salazar Cárdenas, Obispo de Matehuala.

Los obispos señalaron que “es paradójico e incongruente” que, mientras la sociedad rechaza la violencia y la discriminación, se apruebe una ley que permita que “a un ser humano se le ‘descarte’, se le pueda eliminar impunemente”. 

Los prelados indicaron que el Estado tiene la responsabilidad de “proteger la vida y dignidad de todos los seres humanos”, además de “asegurar que su derecho a la vida no se condicione”. Despenalizar el aborto, añadieron, es “es discriminatorio y se niega a reconocer la dignidad del ser humano en sus primeras etapas de su desarrollo”.

Tras indicar que “la cárcel no es una solución a la problemática de la mujer que aborta”, los obispos señalaron que la despenalización del aborto tampoco “resuelve los abusos hacia las mujeres, si no incluso puede favorecer a perpetuar situaciones de violencia contra ella, como es la violación y la trata de mujeres”. 

La Iglesia Católica en el estado de San Luis Potosí reiteró su compromiso de apoyar a las mujeres en situación de vulnerabilidad, especialmente a aquellas que atraviesan un “embarazo no deseado”. A través de programas y proyectos en colaboración con asociaciones especializadas, se buscará ofrecerles asesoría, contención y diversos tipos de apoyo.