Por primera vez en más de un siglo, la histórica Cátedra de San Pedro, un trono de madera que simboliza la autoridad magisterial del Papa, ha sido retirada de su relicario de bronce dorado en la Basílica de San Pedro para ser exhibida a la veneración pública.

Los peregrinos y visitantes ahora pueden contemplar esta reliquia histórica directamente frente al altar principal de la basílica, justo encima de la tumba de San Pedro, donde permanecerá en exhibición hasta el 8 de diciembre, Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

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La última exhibición pública importante de la silla tuvo lugar en 1867, cuando el Papa Pío IX expuso la Cátedra de Pedro a la veneración de los fieles durante 12 días en el 1.800 aniversario de los martirios de San Pedro y San Pablo, según Pietro Zander, jefe de la Sección de Necrópolis y Patrimonio Artístico del Vaticano.

Fue la primera vez que el trono de madera de siglos de antigüedad se exhibió al público desde 1666, cuando se encerró por primera vez dentro de la monumental escultura de bronce de Gian Lorenzo Bernini, bajo la vidriera de la Paloma del Espíritu Santo en el ábside de la basílica.

La histórica cátedra de madera de San Pedro tal y como se exhibe actualmente en la Basílica de San Pedro. Crédito: Courtney Mares / CNA.
La histórica cátedra de madera de San Pedro tal y como se exhibe actualmente en la Basílica de San Pedro. Crédito: Courtney Mares / CNA.

Formalmente conocida como la Cátedra Sancti Petri Apostoli, o más simplemente como Cátedra Petri, la silla ha ocupado un lugar venerado en la tradición católica a lo largo de los siglos, representando la autoridad papal desde San Pedro hasta el presente.

“La silla debe entenderse como la ‘cátedra’ del maestro”, dijo la historiadora del arte Elizabeth Lev a CNA, agencia en inglés de EWTN News. “Simboliza el deber del Papa de transmitir la enseñanza de Cristo de generación en generación”.

“Su antigüedad [siglo IX] habla de un papado que ha perdurado a través de los siglos, desde San Pedro, que gobernó una iglesia que huía tratando de evangelizar con el poder del Imperio Romano tratando de acabar con él, hasta el establecimiento de la Iglesia Católica y su arraigo en la Ciudad Eterna, hasta nuestro 266º sucesor de San Pedro, el Papa Francisco”, explicó.

El Papa Francisco venera la Cátedra de San Pedro al final de la Misa de clausura del Sínodo de la Sinodalidad el 27 de octubre de 2024, el primer día en que se exhibió a la veneración pública. Crédito: Vatican Media.
El Papa Francisco venera la Cátedra de San Pedro al final de la Misa de clausura del Sínodo de la Sinodalidad el 27 de octubre de 2024, el primer día en que se exhibió a la veneración pública. Crédito: Vatican Media.

Una historia llena de historias

La silla de madera en sí está llena de historia. Según el Vaticano, el asiento de madera probablemente fue regalado por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Carlos el Calvo al Papa Juan VIII, en el año 875 d.C. para la coronación navideña del emperador en la antigua Basílica de San Pedro. Una representación del emperador aparece en el travesaño de la silla, y sus paneles de marfil ilustran los trabajos de Hércules junto con otras escenas de la mitología griega.

El cartel informativo junto a la silla de la Basílica de San Pedro informa a los visitantes que “poco después del año 1000, la Cátedra Petri comenzó a ser venerada como una reliquia de la sede utilizada por el apóstol Pedro cuando predicó el Evangelio primero en Antioquía y luego en Roma”.

La Fábrica de San Pedro, la organización responsable del mantenimiento de la basílica, sostiene que “no se puede descartar que esta sede imperial del siglo IX haya incorporado más tarde el panel que representa los trabajos de Hércules, que tal vez perteneció originalmente a una sede papal anterior y más antigua”.

Antes de devolver la silla a su lugar dentro del monumental relicario de Bernini, los expertos del Vaticano realizarán una serie de pruebas diagnósticas con el Gabinete de Investigación Científica de los Museos Vaticanos. La última vez que se retiró y estudió la antigua sede fue de 1969 a 1974 bajo el pontificado de Pablo VI, pero no se mostró al público.

Se pueden ver detalles más cercanos de la reliquia histórica de la Cátedra de San Pedro. Por primera vez en más de un siglo, el trono de madera que simboliza la autoridad magisterial del Papa ha sido retirado de su relicario de bronce dorado en la Basílica de San Pedro para ser exhibido a la veneración pública. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News.
Se pueden ver detalles más cercanos de la reliquia histórica de la Cátedra de San Pedro. Por primera vez en más de un siglo, el trono de madera que simboliza la autoridad magisterial del Papa ha sido retirado de su relicario de bronce dorado en la Basílica de San Pedro para ser exhibido a la veneración pública. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News.

La reciente restauración de las obras de Bernini en la basílica, financiada por los Caballeros de Colón en preparación para el Año Jubilar 2025 de la Iglesia Católica, hizo posible que la silla fuera trasladada de la escultura de bronce en agosto.

El Papa Francisco pudo ver la reliquia a principios de octubre y una foto del momento, en la que aparecía sentado en una silla de ruedas ante la Cátedra de San Pedro, se volvió viral rápidamente. Posteriormente, el Papa pidió que la reliquia fuera exhibida para veneración pública.

Francisco finalmente decidió que la Cátedra de San Pedro, un símbolo de la unidad de la Iglesia bajo la instrucción de Cristo, se develaría al público en la Misa de clausura del Sínodo de la Sinodalidad.

“El Papa Francisco ha sido excepcionalmente generoso con los fieles al exhibir reliquias”, dijo Lev. “Sacó los huesos de San Pedro poco después de su elección, hizo exponer la Sábana Santa de Turín en 2015 y ahora ha sacado la Cátedra de Pedro para venerarla en la basílica”.

“En nuestra era virtual, donde reina mucha confusión entre lo que es real y lo que no lo es, el Papa Francisco nos ha animado a encontrarnos cara a cara con estos antiguos testigos de nuestra fe y nuestras tradiciones”.

El Papa Francisco venera la Cátedra de San Pedro al final de la Misa de clausura del Sínodo de la Sinodalidad el 27 de octubre de 2024. Crédito: Vatican Media
El Papa Francisco venera la Cátedra de San Pedro al final de la Misa de clausura del Sínodo de la Sinodalidad el 27 de octubre de 2024. Crédito: Vatican Media

Fiesta de la Cátedra de San Pedro

La Fiesta de la Cátedra de San Pedro, que se celebra cada año el 22 de febrero, se remonta al siglo IV. San Jerónimo (347-420 d.C.) habló de su respeto por la “Cátedra de Pedro”, escribiendo en una carta: “No sigo a ningún líder excepto a Cristo, así que entro en comunión con... la Cátedra de Pedro, porque sé que ésta es la roca sobre la que está edificada la Iglesia”.

Como explicó el Papa Benedicto XVI en una catequesis de 2006: “la ‘cátedra’, literalmente, es la sede fija del obispo, puesta en la iglesia madre de una diócesis, que por eso se llama ‘catedral’”.

“Es el símbolo de la autoridad del obispo, y en particular de su ‘magisterio’, es decir, de la enseñanza evangélica que, en cuanto sucesor de los Apóstoles, está llamado a conservar y transmitir a la comunidad cristiana”, dijo.

Cuando un obispo toma posesión de la Iglesia particular que le ha sido confiada, se sienta en la cátedra, explicó Benedicto XVI: “Desde esa sede guiará, como maestro y pastor, el camino de los fieles en la fe, en la esperanza y en la caridad”.

“La primera ‘sede’ de la Iglesia fue el Cenáculo, y es probable que en esa sala, donde también María, la Madre de Jesús, oró juntamente con los discípulos, a Simón Pedro le tuvieran reservado un puesto especial”, añadió.

Benedicto XVI describió el ministerio de Pedro como un viaje de Jerusalén a Antioquía, donde se desempeñó como obispo, y finalmente a Roma. Señaló que la Sede de Roma, donde Pedro finalmente “concluyó con el martirio su vida al servicio del Evangelio”, fue reconocida como la sede de sus sucesores, y la cátedra representa la misión confiada a Pedro por Cristo.

“Por eso, la sede de Roma, que había recibido el mayor honor, recogió también el oficio encomendado por Cristo a Pedro de estar al servicio de todas las Iglesias particulares para la edificación y la unidad de todo el pueblo de Dios”, dijo.

El Altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro, donde el monumento de bronce de Bernini a la cátedra de Pedro actúa como un enorme relicario de bronce para la histórica silla de madera. Crédito: Vatican Media.
El Altar de la Cátedra en la Basílica de San Pedro, donde el monumento de bronce de Bernini a la cátedra de Pedro actúa como un enorme relicario de bronce para la histórica silla de madera. Crédito: Vatican Media.

La obra maestra barroca de Bernini

El monumental relicario de Bernini para la silla, encargado por el Papa Alejandro VII y terminado en 1666, es una de las obras de arte más emblemáticas de la Basílica de San Pedro. Bernini encerró la reliquia de madera dentro de un trono dorado en bronce, dramáticamente elevado y coronado por una vidriera que representa al Espíritu Santo, simbolizado como una paloma, rodeada de ángeles esculpidos.

El trono de bronce está sostenido por enormes estatuas de cuatro doctores de la Iglesia, dos de Occidente, San Agustín y San Ambrosio, y dos de Oriente, San Juan Crisóstomo y San Atanasio, simbolizando la unidad de la Iglesia a través de los siglos, reuniendo las enseñanzas de los Padres de la Iglesia latinos y griegos. Y en la parte superior del trono, los querubines sostienen una tiara papal y llaves que simbolizan la autoridad papal.

En la silla, hay tres bajorrelieves de oro que representan los episodios evangélicos de la entrega de las llaves (Mateo 16,19), "apacienta mis ovejas" (Juan 21,17) y el lavatorio de los pies (Juan 13,1-17).

La restauración en curso del monumento de Bernini en el Altar de la Cátedra, junto con la restauración recientemente terminada del baldaquino, es significativa no sólo a la luz del Año Jubilar 2025, sino también del próximo 400 aniversario de la consagración de la actual Basílica de San Pedro, en 2026.

“Celebrar la ‘Cátedra’ de san Pedro —dijo Benedicto XVI— significa, por consiguiente, atribuirle un fuerte significado espiritual y reconocer que es un signo privilegiado del amor de Dios, Pastor bueno y eterno, que quiere congregar a toda su Iglesia y guiarla por el camino de la salvación”.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.