Mons. Teodoro León Muñoz, obispo auxiliar de Sevilla (España), ha sido el postulador diocesano de la causa de José Torres Padilla, cofundador de la Compañía de la Cruz, cuya beatificación tendrá lugar este sábado en la catedral hispalense.
En una entrevista difundida por la Archidiócesis de Sevilla, el prelado comparte que, de la vida del nuevo beato, le llama especialmente la atención que “cuando Dios llama no hay edad”, ya que en él se manifestó la vocación sacerdotal a edad muy temprana y “nunca abandonó esa llamada, al contrario, respondió con tenacidad y constancia”.
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El P. Torres recibió el carisma de “hacerse pobres con los pobres para atraerlos a Cristo”, algo que según el postulador de su causa era recordado por muchos fieles devotos de Sevilla:
“Enfermo, macerado por la penitencia, pobre entre los pobres. Era una especie de prestamista a fondo perdido, pagando los estudios de seminaristas, acogía trabajadores de los pueblos que venían al médico, enviaba dinero a desterrados, visitaba cárceles y hospitales, ayudaba a las viudas y a las jóvenes con falta de recursos. Y a todos les hablaba de Cristo”.
El P. Torres desempeñó a lo largo de su vida sacerdotal diversos ministerios pastorales, de los que Mons. León destaca que “tuvo fama de buen confesor y director espiritual, por eso lo llamaban ‘el santero de Sevilla’”.
Entre las personas que dirigía se encuentra la dominica Bárbara de Santo Domingo “recordada por sus frecuentes visiones místicas y en proceso de beatificación” y la mercedaria sor María Florencia Trinidad del Santísimo Sacramento, a quien “le aparecían estigmas corporales y relataba teológicamente las visiones de la Pasión de Jesucristo, siendo una sencilla mujer sin estudios”.
Pero, por encima de todas, destaca la dirección espiritual de María de los Ángeles Guerrero González, Santa Ángela de la Cruz, con la que fundó el instituto de las Hermanas de la Compañía de la Cruz.
Respecto a su relación, el prelado destaca que “tuvo lugar la unión de espíritus entre el padre Torres y Santa Ángela, pues se dio una profunda sintonía espiritual que constituyó la base de la obra común que realizaron en la Iglesia”.
A su entender, se trata de un caso “de amistad, de comprensión perfecta, entre director y dirigida. Dos almas que se encuentran y que van a buscar, unidas espiritualmente, la voluntad de Dios”.
“En todo momento estaba en oración”
Otro rasgo sobresaliente del futuro beato era el modo en que cuidaba su relación personal con el Señor en la oración.
“No tenía unos momentos de oración, sino que en todo momento estaba en oración, en estrecha unión con Dios. Y esto lo traslucía a todo el que se acercaba a él. Siempre estaba en presencia de Dios”, retrata el obispo auxiliar de Sevilla.
“La Misa era el centro, el volver a empezar el camino de fraternidad y de transformación en Dios —prosigue el prelado—. Antes de ésta hacía una hora de oración mental en su casa. Al llegar a la iglesia, realizaba otra media hora de oración. Celebrada la Misa, otro cuarto de hora de oración. Al mediodía, otra media hora”.
“Todo esto nos enseña que debemos reservar un tiempo para la oración personal, para hablar con Dios, dedicar tiempo exclusivamente para Dios”, anima el obispo auxiliar.
Quinta beatificación en Sevilla
La ceremonia de beatificación tendrá lugar este sábado en Catedral de Sevilla y será la quinta ceremonia de este tipo que se celebre la ciudad. La primera fue presidida por San Juan Pablo II en 1982 y en ella se propuso como modelo de santidad, precisamente a Sor Ángela de la Cruz.
En 2010, el cardenal Angelo Amato beatificó a la Madre María de la Purísima; En junio de 2022, el Cardenal Marcello Semeraro presidió la beatificación de 27 mártires dominicos; y en noviembre, el mismo purpurado beatificó a 20 mártires de la persecución religiosa del siglo XX.
El Cardenal Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, también presidirá este sábado la beatificación de José Torres Padilla, en una ceremonia a la que se espera que acudan cerca de 8.000 personas.