El P. José Vicente Alberola, responsable de las dos parroquias de Catarroja (Valencia, España) lamenta que la riada se llevara la imagen de la Virgen del Pilar “con columna y todo” mientras trata de ayudar en las labores de limpieza y ayuda. 

El sacerdote recuerda la llegada de la riada de hace una semana con claridad: “En media hora, prácticamente, el agua subió. Todos los que estaban en los bajos o en los comercios, se quedaron”, describe a ACI Prensa. 

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“Los que pudieron salir, han salvado la vida de manera milagrosa. Por ejemplo, enfrente de mi casa los sacaron con sábanas, uno a uno hasta el piso de arriba”, añade.

El P. Alberola atiende las parroquias encomendadas a dos advocaciones marianas: María Madre y Nuestra Señora del Pilar. Las dos “están destrozadas por dentro”, aunque tras los primeros esfuerzos por limpiar el barro, comenzaron a dar alimentos y productos de higiene a los necesitados. 

Los templos son un hervidero. La conversación telefónica con el sacerdote se ve interrumpida varias veces por parroquianos que le piden al presbítero su parecer sobre alguna decisión o la necesidad de mediar si hay alguna discrepancia o falta de paciencia en esta circunstancia límite para cualquiera. 

“Vas muy cargado y estás cansado”, se oye en un segundo plano a una mujer preocupada por su párroco que trata de gestionar la ayuda a unas personas que, presumiblemente, no pueden salir de casa. 

“¿Has comido?”, le insisten al sacerdote, que responde que al menos ha podido tomar un bocadillo. 

Entonces, reanuda la conversación telefónica, para hacer un llamamiento: necesitan maquinaria pesada “Las calles están llenas de montañas de escombros y muebles. Y barro, mucho barro, porque todo el que hay en las casas lo sacan fuera y esto es un barrizal”, se lamenta. 

Otra necesidad básica es conseguir botas de agua porque “hay gente con infecciones en los pies” después de muchas horas trabajando en el fango con calzado poco apropiado. 

La Milagrosa recibe a los necesitados

Ante el panorama desolador, el P. Alberola ha decidido sacar a las puertas de la iglesia de María Madre una imagen de la Virgen Milagrosa. “Muchos de los que vienen a pedir cosas luego se quedan rezando”, explica.

La Virgen Milagrosa a las puertas de la parroquia María Madre de Catarroja (Valencia). Crédito: Cedida por el P. José Vicente Alberola.
La Virgen Milagrosa a las puertas de la parroquia María Madre de Catarroja (Valencia). Crédito: Cedida por el P. José Vicente Alberola.

El mismo gesto de acogida maternal no será posible en la otra parroquia. “La Virgen del Pilar desapareció, se la llevó el agua con la columna y todo. Si alguien la encuentra…”.

En el caso de que la original no apareciera, el templo no se va a quedar sin la imagen de su titular. “El arzobispo de Zaragoza [Mons. Carlos Manuel Escribano] llamó y se comprometió a venir en persona a la parroquia y, si no aparece la imagen, a traer una y entronizarla”, concluye.