El Papa Francisco ha iniciado la Audiencia General de este miércoles orando ante una imagen de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, antes de pedir oraciones por esa tierra “que está sumergida en el agua y sufre”.

Tras recorrer la Plaza de San Pedro y llegar al lugar en la escalinata desde donde preside habitualmente estos encuentros, el Papa Francisco ha tomado unos momentos para presentar una rosa blanca en ofrenda y orar ante una imagen de esta advocación mariana. 

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Antes de la habitual intervención de los lectores, el Papa Francisco ha compartido con los presentes el significado de este gesto: 

“He querido saludar a la Virgen de los Desamparados, la Virgen que cuida de los pobres, la patrona de Valencia —expuso el Pontífice—. Valencia, que sufre tanto, como otras partes de España. Pero Valencia está sumergida en el agua y sufre”. 

“He querido que estuviera aquí la patrona de Valencia, esta pequeña imagen que los mismos valencianos me han regalado. Hoy, de manera especial, oramos por Valencia y por otras zonas de España que están sufriendo por las inundaciones”, añadió.

Al concluir la catequesis, el Pontífice invitó a los presentes a rezar un Avemaría por esta intención.

Las palabras del Papa Francisco se producen una semana después de que una confluencia de factores meteorológicos y de fallos en la gestión de riesgos provocaran la mayor devastación natural padecida en España de su historia reciente.

Más de 200 personas han fallecido y aún quedan muchos desaparecidos y cadáveres sin identificar. 

Miles de ciudadanos se han solidarizado con los afectados por el temporal y en los últimos días han acudido a pie, con cubos, escobas y palas para ayudar a retirar el lodo de las calles y las casas. 

La Iglesia Católica en España se ha volcado con el envío de voluntarios y medios de subsistencia, así como con la recogida de fondos para atender a medio y largo plazo la reconstrucción de las zonas afectadas, además de prestar ayuda espiritual y psicológica.