John Kraemer sabe que lo que hace es inusual. De hecho, disfruta del improbable camino que Dios le ha marcado durante los últimos 25 años.

Cada año, Kraemer ensambla unas 30.000 piezas de Lego en un modelo meticulosamente intrincado de una iglesia católica. Aunque a menudo se inspira en los diseños de iglesias reales que ha visitado, cada una es una creación única.

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El Lego Church Project de Kraemer, ahora en su 25 aniversario, combina creatividad, su fe católica y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad, un tema muy importante para él como persona con discapacidad.

“Estoy agradecido a Dios de tener un propósito en mi vida que va más allá de mí mismo. Sin Dios en mi vida, sin la Iglesia, no tendría nada que hacer”, aseguró Kraemer, que vive en el este de Michigan, durante una entrevista con CNA, agencia en inglés de EWTN News.

“Y aun así, Dios me ha dado esta misión única de compartir la fe de manera creativa, de hablar sobre temas relacionados con la discapacidad, de mostrar a las personas lo que significa vivir la fe y tener una discapacidad o desafíos. Sé que hay muchas personas que tienen sus propias luchas. Así que si puedo aportar un poco de perspectiva sobre cómo lo manejo, puede darles sabiduría sobre cómo navegar por los problemas que puedan enfrentar”, agregó.

Una de las creaciones de Lego de John Kraemer. Crédito: Foto cortesía de John Kraemer
Una de las creaciones de Lego de John Kraemer. Crédito: Foto cortesía de John Kraemer

Cada año, Kraemer construye su iglesia de Lego, la exhibe en varias parroquias en el área de Saginaw, Michigan, durante la temporada navideña, y luego la desarma y comienza de nuevo.

La primera exhibición de Kraemer, en el 2000, fue en la Parroquia Monte Sión en Flushing, Michigan. La Parroquia Santa Helena en Saginaw, que desde entonces ha sido renombrada como Cristo el Buen Pastor, es su ubicación más duradera: además de cantar en el coro, Kraemer ha exhibido sus creaciones allí cada año desde 2004.

También ha recorrido otras parroquias y residencias con sus creaciones, siempre recibiendo una cálida acogida y entusiasmo, especialmente de los niños.

Una sólida fe

Kraemer dijo a CNA que disfrutaba jugar con Legos de niño, pero las naves espaciales que construían sus compañeros no le interesaban. Buscando inspiración, la solución obvia pronto se presentó: las iglesias.

“En ese periodo de mi vida, la iglesia era el núcleo de lo que éramos... así que había un fuerte énfasis en eso, y a medida que crecí, eso se desarrolló”, sostuvo Kraemer.

Lo que comenzó como un pasatiempo floreció en algo más, ya que se dio cuenta de que tenía un talento especial.

Las dimensiones de sus iglesias de Lego, que pueden pesar hasta 36 kilogramos, tienen limitaciones por la necesidad de ser transportadas en auto y son mucho más grandes que cualquier cosa que encuentres en una tienda de juguetes. Cada una se construye sobre una base de contrachapado, y su último esfuerzo medía casi 1.2 metros de largo y 2 pies de alto.

Cuando no está en uso, Kraemer almacena las decenas de miles de piezas de Lego necesarias para cada iglesia en su apartamento de una habitación. Durante la etapa de construcción anual, Kraemer cuenta que pasa de dos a cinco horas al día colocando piezas, o como él lo llama, “orando con los ladrillos”.

“Mientras construyo, estoy expresando todos mis miedos personales, todas mis ansiedades, cualquier desafío que esté enfrentando... Estoy orando con mis manos mientras construyo porque estoy tratando de construir la fe de una manera muy creativa”, explicó.

El interior de una de las iglesias de Lego de John Kraemer. Crédito: Foto cortesía de John Kraemer
El interior de una de las iglesias de Lego de John Kraemer. Crédito: Foto cortesía de John Kraemer

Una expresión de fe

Para Kraemer, cada elemento de sus diseños tiene un significado y un mensaje sobre lo que él valora. Por ejemplo, explica que sus modelos están “llenos de personas”, representando “una oración por un futuro” donde la asistencia a Misa se revitaliza.

A la luz del actual Avivamiento Eucarístico Nacional, Kraemer dijo que se preocupa por hacer del sagrario una característica prominente en cada una de sus iglesias, una preferencia de diseño que se alinea con sus propias ideas de cómo debería lucir una iglesia católica. Junto al sagrario, también se propuso por el aniversario hacer una “nueva y completa construcción” del modelo de órgano de tubos que utiliza.

“Cuando entro en una construcción, siempre estoy orando sobre lo que estoy a punto de hacer, y para [descubrir] qué historia el Señor quiere que cuente. ¿Cuál va a ser mi enfoque en términos de diseño?”, contó.

Kraemer comentó que disfruta del periodo de “exhibición” cada año porque le permite responder preguntas sobre sus creaciones de Lego y disfrutar de las reacciones de las personas al ver su trabajo, especialmente las de los niños.

Pero también dijo que le permite explicar sus motivaciones más profundas para un proyecto tan laborioso.

“Estoy mostrando que, sin importar qué desafío, ya sea médico o emocional o lo que sea, sin importar qué desafío o discapacidad enfrentes, Dios aún puede utilizar tus talentos”, explicó Kraemer.

Una lucha por las personas con discapacidad

La pasión de Kraemer por la defensa de los derechos de las personas con discapacidad es personal: tiene una forma leve de parálisis cerebral que afecta su aprendizaje, su equilibrio, su audición y su control motor fino.

Su propia identidad como persona con discapacidad se manifiesta en sus modelos, donde se asegura de incluir representaciones de feligreses con necesidades especiales, utilizando elementos como sillas de ruedas, coches de adulto y perros guía.

El transporte es un tema significativo para Kraemer, que no puede conducir y ha tenido que depender, al menos para los paseos en auto, de la amabilidad de otros durante décadas; sin embargo, relata con entusiasmo lo útil que ha sido hacerse más hábil en su confiable triciclo para adultos.

A través de su plataforma en línea, Kraemer defiende con pasión mejores soluciones de transporte para las personas con discapacidad y espera inspirar a otros a abordar esta necesidad a menudo pasada por alto en sus propias parroquias.

“No tenemos un camino consistente en toda la Iglesia sobre cómo llevar a las personas a Misa que no pueden llegar por su cuenta. Y creo que eso es algo que definitivamente necesitamos mirar”, dijo.

“Es un tema que surge con frecuencia para mí porque he estado allí. He estado en esos zapatos. He estado en situaciones en las que quería asistir a un día de precepto, pero no tenía manera de llegar allí”, agregó.

Kraemer asegura que siente un sentido de responsabilidad por abogar por otros que están lidiando con sus propias discapacidades y su deseo es que las personas sepan que Dios puede utilizar los talentos de todos.

“Dios me ha bendecido abundantemente con este ministerio (…) Así que si puedo usar mi voz y mi plataforma al servicio de Cristo, entonces sé que estoy haciendo algo bien”, aseguró.

Representación de la misa en el interior de una de las iglesias de Lego de John Kraemer. Crédito: Foto cortesía de John Kraemer
Representación de la misa en el interior de una de las iglesias de Lego de John Kraemer. Crédito: Foto cortesía de John Kraemer

Lleno de gratitud

La primera exhibición de Kraemer de la “temporada” 2024 fue en la parroquia Resurrección del Señor en Standish, Michigan. Planea llevar el Lego a Santa Helena durante la temporada de Adviento.

Kraemer comentó que se siente inmensamente agradecido por el apoyo que ha recibido a lo largo de los 25 años de su proyecto. Ve su trabajo como un testimonio del poder de la gracia de Dios y un reflejo de su deseo de compartir su fe y abogar por las necesidades de los demás.

A medida que se embarca en el próximo capítulo de su ministerio, Kraemer afirmó que sigue comprometido a usar su talento para inspirar a otros.

“Estoy agradecido a las personas que me han apoyado durante los últimos 25 años. No puedo agradecer lo suficiente. Sin el apoyo de quienes me rodean, esto no sería posible”, concluyó

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.