El Papa Francisco dijo que “Jesús nos dice que la fuente de todo es el amor”, y aseguró que “el Señor vendrá y nos preguntará ante todo sobre el amor”.
Así lo expresó en sus palabras previas al rezo del Ángelus, frente a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro en el Vaticano, este domingo 3 de noviembre.
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El Santo Padre señaló que el Evangelio de hoy, tomado de Mc 12,28-34, “nos habla de una de las muchas discusiones que Jesús tuvo en el templo de Jerusalén”, en la que un escriba le pregunta “¿cuál es el primero de todos los mandamientos?”.
“Jesús responde poniendo juntas dos palabras fundamentales de la ley mosaica: ‘amarás al Señor, tu Dios’ y ‘amarás a tu prójimo’”, recordó el Papa.
El Pontífice subrayó que “esta pregunta es esencial también para nosotros, para nuestra vida y para el camino de nuestra fe”, pues “también nosotros, de hecho, a veces nos sentimos perdidos en tantas cosas y nos preguntamos: pero, al final, ¿qué es lo más importante de todo? ¿Dónde puedo encontrar el centro de mi vida, de mi fe?”.
“Jesús nos da la respuesta, uniendo dos mandamientos que son los principales: ‘amarás al Señor tu Dios’ y ‘amarás a tu prójimo’. Este es el corazón de nuestra fe”.
El Papa señaló que “Jesús nos dice que la fuente de todo es el amor, que no debemos nunca separar a Dios del hombre”, destacando que “al discípulo de todo tiempo el Señor dice: en tu camino lo que cuenta no son las prácticas exteriores, como los holocaustos y los sacrificios, sino la disposición del corazón con la que te abres a Dios y a los hermanos en el amor”.
“Podemos hacer muchas cosas, en efecto, pero hacerlas sólo por nosotros mismos y sin amor, y esto no va; hacerlas con el corazón distraído o con el corazón cerrado, y esto no va. Todo debe hacerse con amor”, remarcó.
Francisco aseguró que “el Señor vendrá y nos preguntará ante todo sobre el amor: ‘¿Cómo amaste?’, por lo que “es importante fijar el mandamiento más importante en el corazón. ¿Cuál? Ama al Señor tu Dios y ama a tu prójimo como a ti mismo”.
“Y cada día hagamos nuestro examen de conciencia y preguntémonos: ¿es el amor a Dios y al prójimo el centro de mi vida? ¿Mi oración a Dios me empuja a ir hacia mis hermanos y amarlos libremente? ¿Reconozco la presencia del Señor en el rostro de los demás?”.
“La Virgen María, que llevaba la ley de Dios impresa en su corazón inmaculado, nos ayude a amar al Señor y a los hermanos”, pidió.
“¿Qué hago por la gente de Valencia?”
Después del rezo del Ángelus dominical, el Papa Francisco tuvo nuevamente palabras dirigidas hacia los que sufren las inundaciones causadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) en España, especialmente en Valencia, donde los muertos suman al menos 214.
“Y seguimos rezando por Valencia, y las otras comunidades de España, que sufren tanto estos días. ¿Qué hago por la gente de Valencia? ¿Rezo? ¿Ofrezco algo? Piensen en esta pregunta”, alentó.
Que “se prohíba la guerra”
El Santo Padre también reiteró su llamado a la paz, “y que este principio se implemente en todo el mundo: se prohíba la guerra y se aborden los problemas mediante la ley y la negociación”.
“Que se silencien las armas y se dé espacio al diálogo”, exhortó, al tiempo que aseguró que “rezamos por la martirizada Ucrania, Palestina, Israel, Myanmar y Sudán del Sur”.