La hermosa historia de amor de Mari y Nathaniel Kuhlman terminó demasiado pronto debido a la trágica muerte del esposo durante su luna de miel. Sin embargo, un emotivo video publicado en Instagram esta semana, en el que conmemora el primer aniversario de su boda, es un tributo increíble al verdadero amor y al sacramento del matrimonio.

Acompañado de la música emotiva de la película Up de Pixar, el video muestra los primeros momentos entre ellos como esposos, irradiando gracia y amor mientras celebraban su unión.

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“¡Acabamos de casarnos!”, dicen ambos con alegría, y Mari continúa: “Verdaderamente es muy divertido. Tan perfecto. Espero que algún día podamos ver este video y sentir el amor que irradiamos desde donde estamos ahora. Aunque deberíamos estar más enamorados incluso mañana cuando volvamos a verlo”.

Trágicamente, el deseo de Mari de “ver este video” junto a su esposo nunca se cumpliría. Lo perdió sólo tres días después de la boda, tras un terrible accidente mientras esquiaban en el agua en la isla caribeña de Santa Lucía. Después de varios intentos de reanimación, los médicos le informaron a Mari que Nathaniel no sobreviviría.

La pareja se conoció en octubre de 2021 en la Universidad Franciscana de Steubenville, en Estados Unidos, cuando Mari era estudiante de tercer año y Nate de último año. Se comprometieron en diciembre de 2022 y se casaron el 28 de octubre de 2023.

Mari y Nathaniel Kuhlman el día de su boda. Crédito: Cortesía
Mari y Nathaniel Kuhlman el día de su boda. Crédito: Cortesía

En una conmovedora publicación junto al video, Mari escribió una carta a su esposo para su primer aniversario: “Nathaniel, ¡feliz primer aniversario de bodas para nosotros! Nuestra boda fue todo lo que habíamos rezado y más; fue perfecta y tan santa. Estoy eternamente agradecida por el regalo de haber podido entrar en este hermoso sacramento contigo”.

“Ser testigos del amor de Cristo y acercar a otros a su Sagrado Corazón ha sido algo que hemos podido seguir haciendo desde diferentes lados del velo, lo cual siempre fue nuestro deseo. Así que sí, en cierto modo cumplimos nuestros votos, pero también seguimos viviéndolos de manera hermosa”, continuó.

Mari compartió que su vocación como esposa de Nathaniel es diferente a lo que esperaba. “Quisiera que pudiéramos vivir juntos en nuestro apartamento.... Quisiera que pudiéramos jugar pickleball después del trabajo todos los días; quisiera poder cambiar lo que pasó, pero, lamentablemente, no puedo. Más que nada, quisiera que hubieras cumplido tu sueño de ser asistente médico, pero aún más, de ser padre…”.

Aunque Mari y Nathaniel nunca regresaron a casa juntos después de su luna de miel, nueve meses después, una nueva vida nació con la llegada de su hijo, Raphael.

“Raphael es todo lo que esperábamos en un hijo; es absolutamente perfecto; verdaderamente las mejores partes de nosotros en un pequeño ser humano,” compartió Mari. “Tiene un carácter tan pacífico, pero puede ser un poco loco, de manera divertida, cuando quiere, ¡igual que tú!”

Ahora, Mari confía a su hijo a la intercesión de su padre. “Nuestros sueños pueden no haberse cumplido como pensábamos, pero tú sigues siendo un padre, intercediendo constantemente por tu hijo mientras él navega este mundo. Y me aseguraré de que sepa cuánto lo amas y cuánto deseabas ser el padre perfecto”.

Y cuando Mari mira el video de su boda y el testamento que compartieron ese día, puede ver tanta gracia con su “amor irradiando”.

“Al mirar este video que grabamos después de nuestra boda, no puedo evitar sonreír. Siento verdaderamente que nuestro amor irradia, y puedo decir que te amo más de lo que lo hice entonces. Hoy celebro nuestro amor, porque ha sido un verdadero regalo, especialmente en nuestro día de boda, y tú pudiste, sin saberlo, decir ‘hasta que nos volvamos a encontrar’ a todos aquellos que amaste y que te amaron profundamente. Qué bendición fue para nuestros amigos y familiares despedirse por ahora bailando toda la noche con nosotros ese día”.

Y le agradeció el regalo de su amor, diciendo: “Nathaniel, te amo con todo mi corazón. Gracias por el regalo de tu corazón. Lo atesoraré por siempre”.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado en el National Catholic Register.