El Arzobispo de Tokio (Japón) compartió las cualidades que espera ver en el próximo Papa, ya que enfrenta la posibilidad de participar en un futuro cónclave tras ser creado cardenal de la Iglesia Católica.
“Si un cónclave sucede pronto, creo que lo que necesitamos es alguien que continúe la política del Papa Francisco”, indicó el Cardenal Tarcisio Isao Kikuchi, en una entrevista concedida a CNA —agencia en inglés de EWTN News—.
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“Porque él comenzó este camino sinodal para crear una Iglesia sinodal, y si alguien llega con… una agenda diferente, entonces lo que hemos estado haciendo sería en vano, simplemente desaparecería”, agregó.
El Cardenal Kikuchi, quien está en Roma este mes como delegado en el Sínodo de la Sinodalidad, mencionó que una de las dificultades para los cardenales recién creados procedentes de sedes como Teherán, Irán; Turín, Italia; y Toronto, entre otros, es conocer a los 140 miembros con derecho a voto en el Colegio Cardenalicio.
“Después del anuncio, unos días después, revisé el sitio web para buscar los nombres de los cardenales menores de 80 años, es decir, aquellos que en este momento son elegibles para votar en un cónclave. Conozco a algunos, pero a muchos no los conozco”, explicó.
El arzobispo de 65 años destacó que considera importante que los nuevos cardenales, en especial, conozcan a los “cardenales mayores” para aprender “quiénes son, qué piensan y cuáles son sus habilidades”. “De lo contrario, será muy difícil elegir a alguien como Papa”, añadió.
Una de las muchas formas en que el Papa Francisco ha transformado el Colegio de Cardenales en sus 11 años de pontificado es duplicando el número de cardenales electores de Asia. Cuando el Papa Francisco fue elegido en 2013, había nueve cardenales votantes de Asia. Después del próximo consistorio, habrá 22.
“Hay bastantes cardenales de Asia y creo que entre los asiáticos nos conocemos bastante bien”, comentó Mons. Kikuchi, en parte gracias a la reunión anual de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia.
Como presidente de Cáritas Internationalis —sucesor del Cardenal Luis Antonio Tagle en ese rol—, el Cardenal Kikuchi ha tenido la oportunidad de conocer a muchos cardenales y obispos de distintas partes del mundo, aunque agregó: “Pero no sé… quiénes son”.
El cardenal electo japonés señaló que la asamblea sinodal de este mes brindó la oportunidad para que los líderes de las conferencias episcopales de Asia, África y América Latina se reunieran en Roma y expresó su esperanza de que la colaboración futura entre estas federaciones ayude a construir relaciones. “Nos llamamos a nosotros mismos las conferencias episcopales del Sur Global”, añadió.
Un corazón misionero para China
Como casi la mitad de los nuevos cardenales seleccionados recientemente por el Papa Francisco, el Cardenal Kikuchi es miembro de una congregación religiosa.
El purpurado ingresó a la Sociedad del Verbo Divino (SVD), una orden misionera fundada en 1875 para evangelizar China, como seminarista menor. Recordó haber sido inspirado cuando era joven por la historia del Cardenal Thomas Tien Ken-sin, el primer cardenal de China, quien también era miembro del Verbo Divino.
“Él fue el arzobispo de Beijing en los años 40... y fue expulsado de China en los años 50, y murió en Taiwán. Conocía esa historia cuando estaba en el seminario menor. Admiraba mucho su valentía para intentar mantenerse presente en Beijing cuando el Partido Comunista estaba tomando el control del país”, recordó.
“Teníamos muchos misioneros que escaparon de China y llegaron a Japón en busca de refugio. Nos encontramos con muchos de ellos y realmente fueron una inspiración sobre cómo ser un misionero fuerte”, añadió.
Después de su ordenación sacerdotal en 1986, Kikuchi tuvo la oportunidad de convertirse en misionero en Ghana, donde sirvió durante ocho años, siendo el primer sacerdote japonés en servir como misionero en África.
Ahora, como arzobispo de Tokio, supervisa una comunidad diversa que incluye a católicos de China continental, quienes le han compartido tanto sus tribulaciones como sus esfuerzos por expandir la fe en su país.
“Tenemos un número considerable de católicos de China continental que residen en Tokio”, señaló, destacando una parroquia china con muchos miembros de esa región.
En cuanto al acuerdo provisional del Vaticano con Beijing sobre el nombramiento de obispos, Kikuchi destacó la necesidad de claridad sobre los límites diocesanos. Explicó que las diócesis actuales en China continental no coinciden con las fronteras diocesanas históricas establecidas antes de la llegada del régimen comunista.
“Oficialmente, las diócesis actuales en China continental no son las diócesis reales. Las diócesis reales datan de antes de la China comunista”, explicó. El Cardenal Kikuchi también habló sobre la importancia de la relación diplomática entre la Santa Sede y Taiwán para la Iglesia en la región.
"Siempre estamos observando cuidadosamente cuál será la relación entre la Santa Sede y Taiwán", indicó. "El futuro de esta relación… afectará realmente el futuro de la Iglesia en esa área".
El arzobispo también ve la presencia de 42.000 filipinos que residen en Tokio como una posible fuerza evangelizadora en el Japón secular. Recordó la visita de Tagle a Tokio, donde animó a los filipinos a ver su presencia en Japón como parte de un plan divino para difundir el Evangelio.
“Ustedes tienen sus propias razones… pero es el plan de Dios para difundir la buena noticia en la sociedad japonesa”, agregó el purpurado.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente CNA.