El Papa Francisco dijo que el pobre no es un número ni un problema, sino “nuestro hermano”, ante la asamblea de la Diócesis de Roma, de la que es obispo, reunida en la Basílica de San Juan de Letrán.
Allí, señala Vatican News, se clausuró el itinerario "Reparar la brecha más allá de las desigualdades", en el que participaron el periodista Marco Damilano, un abogado y una joven estudiante de la periferia de la ciudad que también atienden a los necesitados.
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El evento conmemoró el 50º aniversario de la conferencia sobre "La responsabilidad de los cristianos ante las expectativas de caridad y justicia en la ciudad de Roma", más conocida como "Los males de Roma", que tuvo lugar en febrero de 1974.
El discurso del Papa Francisco
Reflexionando sobre la pobreza en Roma, el Papa Francisco cuestionó: “¿Qué podemos hacer juntos? Hay tanta hipocresía. Llevar a los pobres la buena noticia: los pobres siempre estarán con nosotros, son la carne de Cristo. Ellos lo hacen visible a nuestros ojos. Jesús no nos ofrece soluciones mágicas, pero nos pide que llevemos la buena noticia a los pobres, que les digamos que son amados por el Señor y que son preciosos a los ojos de Dios”.
“Pero a veces lo decimos con palabras, sin hacer gestos que lo hagan creíble. El pobre no es un número, un problema o un rechazado. Es nuestro hermano. La cuestión de la pobreza es una urgencia eclesial. Los sacerdotes que trabajan con los pobres no son comunistas. La Iglesia está llamada a adoptar un estilo que ponga en el centro a los pobres y a los necesitados. Seamos signo de la ternura de Dios”.
El Santo Padre alentó entonces al diálogo y a superar la indiferencia, para luego “potenciar el pensamiento social de la Iglesia, en la catequesis y en la pastoral. Formar las conciencias con la doctrina social de la Iglesia”.
“Debemos sembrar esperanza, también con vistas al Jubileo que se acerca [en 2025]. Pido obras concretas de esperanza. La esperanza cristiana es siempre activa, animada por la certeza de que es el Señor quien guía la historia. La esperanza nunca defrauda”, alentó el Papa.
Arcipreste advierte de “cuatro formas graves de pobreza”
Los trabajos fueron inaugurados por el nuevo Vicario de Roma, el arzobispo Baldassare Reina, quien será creado cardenal el próximo 7 de diciembre, y que también ha sido nombrado hoy Arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán.
En sus palabras, Mons. Reina describió “cuatro formas graves de pobreza que penalizan a muchas de las personas que viven en Roma. La pobreza educativa que afecta a niños y jóvenes; la pobreza sanitaria. A pesar del sistema sanitario público, muchos no tienen acceso a la atención médica”.
“La tercera forma de pobreza que hemos abordado es la de la vivienda. Quien piense en alquilar una casa en Roma debe disponer de grandes sumas de dinero. La última forma de pobreza es la del trabajo. El trabajo aparentemente está ahí, pero no siempre está bien pagado y con todos los derechos que garantizan al trabajador un salario justo con el que pensar en su familia y en su futuro”, destacó el futuro cardenal.
“La Iglesia es parte integrante de la ciudad y la ciudad, esta ciudad, es el lugar donde estamos llamados a proclamar el Reino. En torno a estos problemas queremos convocar a todos y cada uno con su propia responsabilidad”, añadió.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI Stampa