América Latina ha emergido como una voz significativa en el Sínodo de la Sinodalidad. Durante este mes de octubre, miembros del clero y varios de los participantes han reflexionado sobre el impacto y las consecuencias que el “estilo sinodal” propuesto en la asamblea tendrá en sus respectivos países.
Antídoto contra la polarización
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El Cardenal colombiano Luis José Rueda Aparicio, uno de los seleccionados para la elaboración del documento final del Sínodo, subrayó en declaraciones a EWTN que, a pesar de la variedad de contextos, existe una “unidad” que hace posible que el estilo sinodal se impregne en las diferentes realidades de América Latina.
En concreto, señaló que la sinodalidad se concibe como un antídoto contra un grave problema que afecta no sólo a Colombia, sino a toda América Latina. Se trata de las “polarizaciones tóxicas, enfermizas, que llevan a que dentro de los países se vuelvan enemigos, incluso, miembros de la misma familia”.
Para el purpurado, la propuesta de la sinodalidad “con capacidad de escucha, diálogo y esa metodología sencilla, pero poderosa, que es la conversación en el espíritu, en donde se le da valor al que habla y a lo que expresa para luego encontrar, guiados por el Espíritu Santo, una ruta común, tiene una aplicación social muy fuerte”.
Una actitud “en salida y en camino”
El Cardenal Rueda Aparicio también indicó que “este estilo de evangelización que abre puertas, que entra en diálogo, que está en una actitud de salida al encuentro con los demás, nos va ayudar mucho a encontrar los caminos de la paz y de la reconciliación”.
Por su parte, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, explicó a ACI Prensa que este proceso debería incidir en aquellas conductas y “resistencias” que obstaculizan la aplicación de la “vida sinodal”.
El prelado hizo especial hincapié en la labor de los párrocos y defendió que se debe dejar de lado el “modelo tradicional, en el que se esperaba a los fieles en el templo”.
Por el contrario, afirmó que el modelo sinodal propone una “Iglesia en salida” — a la que tantas veces se ha referido el Papa Francisco —, donde puedan “salir a los ambientes de su territorio, para propiciar la cercanía y participación de instituciones presentes y organizaciones laicales”.
También invitó a buscar una mayor presencia en la vida digital, proponiendo una aplicación “sinodal, misionera y ‘misericordiosa’ de la Iglesia”.
Sobre esto habló también con ACI Prensa el Arzobispo de Mendoza (Argentina), Mons. Marcelo Daniel Colombo, quien afirmó que “es estos días junto al Papa y a la Iglesia universal, hemos aprendido y llevaremos a América Latina nuestra propia experiencia de una Iglesia en camino”.
Corresponsabilidad en la Evangelización
Para Mons. Milton Luis Tróccoli, Obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas (Uruguay), el camino sinodal ha permitido que todos los agentes pastorales (sacerdotes, laicos y consagrados), “se sientan más integrados en la misión evangelizadora”.
El prelado dijo a ADN Celam que “la experiencia de Sinodalidad y todo este camino que hemos recorrido ya está haciendo aportes y está haciendo transformaciones”.
El obispo también insistió en que este proceso “busca un discernimiento común sobre cómo servir mejor y anunciar el Evangelio de manera más efectiva, esperando que poco a poco sea posible responder ‘¿cómo llevar la Palabra de Dios a todas las vidas y corazones?’”.
Mayor integración en la vida parroquial
En la llamada “Tienda de la Sinodalidad”, una iniciativa cuyo objetivo ha sido reflexionar desde Roma sobre la presencia de América Latina en la Iglesia Católica, así como seguir impulsando el proceso sinodal, se reflexionó sobre la necesidad de una mayor integración en la vida parroquial.
En este espacio, Elisabet Román, presidenta del Consejo Católico Nacional para el Ministerio Hispano, reflexionó también sobre la Iglesia hispana en Estados Unidos, donde debido a la población migrante constituye un 45% de la población católica del país. También hizo hincapié en la falta de representación latina en el liderazgo católico.
América Latina, “ejemplo de sinodalidad” para otros países
Mons. Luis Marín de San Martín, subsecretario de la Secretaría General del Sínodo, aseguró en marzo de este año que América Latina “va 5 pasos por delante en sinodalidad”.
Destacó asimismo que esta “fuerte estructura” tiene dos consecuencias: “lo primero, es una responsabilidad ayudar a otros, hay que ayudar a otros continentes, hay que ayudar a los grupos, ponerse en conexión”.
Lo segundo, añadió, “no debemos cerrarnos, ningún continente debe cerrarse en sí mismo, porque todo lo que se cierra se muere, la riqueza maravillosa y estupenda que hay en América latina hay que abrirla. Les pido liderar”.