Organizaciones civiles en defensa de la libertad religiosa han puesto en marcha acciones ante la desaparición reciente de una cruz de 10 metros y 250 kilos que coronaba la cima de un monte en el límite entre las provincias de Guipúzcoa y Vizcaya (España).
La cruz se había instalado en lo alto del monte Udalatx, a 1.120 metros de altura, en el año 1971 y habría sido desmontada en la madrugada del pasado 12 de octubre, según detalla el diario local Noticias de Guipúzcoa.
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La cruz ha sido retirada desde su base y, en su lugar, los autores han dejado una sierra y un texto escrito en la lengua local, el vascuence, que traducido al castellano, dice así: “Podría haber sido una piedra, un pilar, un hito o un monumento conmemorativo. Podría haber sido madera, troncos, flores o plantas. Podría haber sido un águila, una cabra, un cuervo o un buitre. Podría haber sido un hacha, un picahielos, una guadaña o una hoz, pero no. Es la Santa Cruz”.
El Ayuntamiento de Mondragón (Arrasate, en vascuence) asegura que "la investigación no está dando resultados seguros, ya que la zona en la que se encontraba la cruz ha aparecido limpia y no hay indicios de la misma. Además, la ubicación y el hecho de que se haya hecho de noche ha propiciado la ausencia de testimonios presenciales”.
Dado que el entorno donde estaba instalada la cruz fue declarado como espacio natural en 2016, el consistorio no prevé la instalación de una nueva cruz, que fue instalada en memoria de unos montañeros fallecidos.
El Observatorio para Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC) ha puesto en marcha una campaña para reclamar a la policía regional vasca, la Ertzaintza, que investigue para averiguar quiénes son los responsables de la retirada del monumento erigido hace más de medio siglo.
“Han ido a por ella, porque ha sido serrada y han dejado un mensaje en contra de esta cruz”, detallan desde el OLRC que, como organización asesora de la Comisión del Plan Nacional contra los Delitos de Odio, va a trasladar esta propuesta a la directora de la Ertzaintza, Victoria Landa.
Para el OLRC, se trata de “un delito de odio contra los cristianos. Y debe ser registrado e investigado como tal”.
Por su parte, la Fundación Española de Abogados Cristianos, ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Vergara en la que solicita identificar a los responsables a los que acusa de un posible delito contra el patrimonio histórico con el agravante de discriminación por motivos religiosos.
La presidente de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, subraya que “estos ataques a los símbolos religiosos impulsados por el odio a los cristianos no pueden quedar impunes” y denuncia que “esto es sólo una muestra más del ambiente de cristianofobia que se está generando en España, en línea con la ideología que el gobierno y sus socios de la izquierda radical están tratando de imponer”.