El P. Marcelo Pérez, sacerdote de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, en el estado mexicano de Chiapas, falleció este 20 de octubre, asesinado por dos hombres que le dispararon después de que celebrara la Misa. Tras conocerse la noticia, fue recordado por su diócesis como un “incansable apóstol de la paz”.
De acuerdo con la información proporcionada por la Diócesis de San Cristóbal de las Casas a través de un comunicado compartido el 21 de octubre, el P. Marcelo Pérez nació el 17 de enero de 1974 en San Andrés Larráinzar, Chiapas.
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Desde joven sintió el llamado a la vocación sacerdotal, e ingresó al Seminario de Santa María de Guadalupe en 1990, en la Arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez. Fue ordenado sacerdote el 6 de abril de 2002.
Durante su ministerio, el P. Pérez colaboró en diversas parroquias. En sus últimos dos años, servía como párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, en San Cristóbal de las Casas.
Su labor pastoral incluyó labores como la de coordinador de la Pastoral Social de la Provincia de Chiapas. Según la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, “caminó en la búsqueda de justicia y paz, especialmente en Simojovel, Pantelhó y San Cristóbal de las Casas”.
El comunicado diocesano señala que este compromiso le trajo consecuencias. Según la diócesis, “todo este servicio que desempeñó, le llevó a sufrir un largo periodo de amenazas, persecuciones, hostigamientos, calumnias, difamaciones, incluso una orden de aprehensión infundada, que ponían en riesgo su integridad, llegando al punto de arrebatarle su vida”.
Uno de los momentos más complejos de su ministerio ocurrió en 2021, cuando 21 jóvenes fueron secuestrados por el grupo de autodefensa “El Machete”, con quien se afirmaba que el P. Pérez tenía vínculos. De acuerdo a medios locales, la Fiscalía General del Estado de Chiapas emitió una orden de detención en su contra, pero nunca se hizo efectiva.
En una entrevista con El Heraldo de Chiapas el 2 de agosto de 2024, el P. Pérez aseguró que su labor siempre estuvo orientada a la pacificación y rechazó las acusaciones en su contra, afirmando que “nunca generamos violencia, aún cuando es muy visible el trabajo que hacemos y hay una orden de aprehensión que me sacó el gobierno, pero son acusaciones falsas”.
En la misma entrevista, reveló que le habían puesto “precio” a su vida, con un valor de entre 150.000 y un millón de pesos mexicanos (entre 7.500 y 50.000 dólares), “pero vivimos bajo la protección de Dios, hay mucha violencia pero seguimos construyendo la paz”.
En su comunicado tras su asesinato, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas afirmó que, “aún sabiendo que peligraba su vida, vivió una profunda fe en Dios y un gran amor a los pueblos que le hizo llegar hasta las últimas consecuencias, sellando hoy, con su sangre, su compromiso hasta dar la vida”.
La Iglesia Católica exige justicia y “alto total a la violencia”
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través de un comunicado, lamentó ayer el “brutal asesinato”, afirmando que este hecho “no sólo priva a la comunidad de un pastor dedicado, sino que también silencia una voz profética que incansablemente luchó por la paz con verdad y justicia en la región de Chiapas”.
Por su parte, la Diócesis de San Cristóbal de las Casas emitió un mensaje el 21 de octubre en el que exigió a los tres niveles de gobierno un “alto total a la violencia” que afecta a Chiapas, calificándola como fruto de la “impunidad, la complicidad y la corrupción”.
La diócesis continuó su demanda del “desarme y desmantelamiento inmediato de los grupos criminales” que operan en la región. También solicitaron que la muerte del P. Pérez sea esclarecida y “se haga justicia hasta llegar a los verdaderos responsables”.
El Cardenal Felipe Arizmendi, quien ordenó como sacerdote al P. Pérez, lo describió como un hombre “comprometido con la justicia y la paz entre los pueblos originarios”. En declaraciones compartidas con ACI Prensa, destacó que el asesinado presbítero “nunca se metió en políticas partidistas, sino siempre luchó por los valores del Reino de Dios”, y añadió que el sacerdote era “muy centrado en su vocación, de mucha oración y muy pegado al Sagrario”.
El cardenal señaló que “su asesinato nos demuestra, una vez más, el clima de violencia que se ha desatado en Chiapas y en casi todo el país”. Afirmó que esta situación es indicativa de “que el gobierno y todos nosotros, incluso las iglesias, estamos rebasados. No hemos logrado que la violencia se detenga, sino que va en aumento”.
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), luego de manifestar su “consternación”, reconoció al P. Pérez como un “incansable buscador de la paz y la justicia en su pueblo, fruto de su compromiso fiel por el Evangelio y su entrega total a Cristo presente entre los que más sufren”.
Naciones Unidas: El asesinato del P. Pérez “es absolutamente inaceptable”
El asesinato también fue condenado por Jesús Peña Palacios, Representante Adjunto en México de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), quien recordó que desde 2015 el P. Pérez contaba con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), “debido al riesgo constante que enfrentaba su vida e integridad personal por su labor en defensa de los derechos humanos en Simojovel y otros lugares de Chiapas”.
“El asesinato del Padre Marcelo es absolutamente inaceptable. Su labor era ampliamente reconocida por los pueblos indígenas en Chiapas, y también a nivel internacional. A pesar de contar con medidas de protección y de las constantes denuncias sobre las agresiones que enfrentaba, éstas resultaron insuficientes para impedir su asesinato”, expresó Peña Palacios.
El gobierno ofrece trabajar para que el asesinato “no quede impune”
Por su parte, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, compartió un video el 21 de octubre en redes sociales en el que aseguró que “desde ayer mismo se iniciaron las investigaciones para que este homicidio no quede impune y que los culpables se enfrenten a la justicia que caiga todo el peso de la ley”.
Asimismo, en conferencia de prensa matutina este lunes, Claudia Sheinbaum, presidenta de México, dijo que desde el gobierno federal “lamentamos el homicidio, el asesinato del P. Marcelo Pérez Pérez en San Cristóbal de las Casas”.
“Se está haciendo la investigación, el día de ayer la secretaria de Gobernación estuvo en comunicación, tanto con el gobierno estatal como con la diócesis y las autoridades eclesiásticas; estamos coordinándonos para poder avanzar en la investigación y que este crimen no quede impune”, indicó.
Agregó que conforme avance la investigación, analizará si este caso es asumido por la Fiscalía General de la República (FGR).