El Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia, dijo en entrevista con EWTN en Español que en el Sínodo de la Sinodalidad “no se está tomando ninguna decisión en contra del Evangelio ni de la Tradición”.
“Si usted tiene miedo por esta experiencia que se está viviendo del Sínodo, tranquilo, recobre la paz, recobre la serenidad, aquí no se están tomando decisiones en contra de lo que ha sido la historia de dos mil años de seguimiento de Jesucristo”, respondió el purpurado a la pregunta sobre lo que le diría a quienes tienen miedo y sienten que “esta ya no es la Iglesia”, formulada por Omar Aguilar, del programa Perspectiva Católica.
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En el Sínodo, que se realiza en el Vaticano del 2 al 27 de octubre y que ya está en la recta final, “se está buscando sí transformarnos para servir mejor porque hace 200 años no existían ciertos desafíos que hoy tenemos”, precisó el arzobispo.
“Entonces lo que busca la Iglesia hoy es entender la realidad que está viviendo su familia, su pueblo, su nación y tratar de responderle, de llenar de esperanza, de posibilidades de vida a esa familia que está confundida que está triste”, destacó el Cardenal Rueda.
“Cuando hablamos de cambio no es olvidar o rechazar cosas del camino que la Iglesia ha vivido en su historia de salvación sino todo lo contrario: es tomar esos tesoros que tenemos en la historia de la salvación y ponerlos en el lenguaje y la forma adecuada para responder a los desafíos nuevos”.
3 elementos básicos para ser discípulo misionero
En ese sentido, el cardenal quiso destacar tres elementos para que todo bautizado pueda “vivir su gozosa condición de discípulo misionero”.
1. La oración
“Primero, la oración. No descuide la oración, la oración personal” así como “la oración comunitaria, que tiene su fondo y su plenitud en la Eucaristía, en el sacramento de la Eucaristía”.
“Un cristiano con oración es un bautizado que en el silencio de su interioridad y de su conciencia va encontrado a Dios”, resaltó el purpurado colombiano.
2. El discernimiento
El segundo elemento es “el don del discernimiento para saber entender en cada momento de su vida, en lo concreto de su vida qué es lo que Dios quiere. No lo que usted quiere hacer, no lo que usted cree que es lo mejor sino la voluntad de Dios porque Dios tiene un plan para usted, para su familia y para toda su vida”.
3. El amor
El tercer elemento es la caridad o el amor: “De nada nos serviría orar y discernir si no amamos. El amor nos lleva a ser fraternos, el amor nos lleva a perdonarnos, el amor nos lleva a superar esas polarizaciones, rivalidades, envidias, ese prejuicio permanente de que el otro está pensando en contra mía”.
“Cuando nosotros somos capaces de amar, somos capaces de encontrarnos, de buscar la manera de unirnos entre nosotros y de buscar el bien común, el bien de todos. No solamente de los católicos sino también de la humanidad entera que necesita esa presencia amorosa del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.
El documento final del Sínodo de la Sinodalidad
El Cardenal Rueda también animó a todos los cristianos a formarse de manera permanente y a participar juntos de la misión de la Iglesia Católica que es anunciar el Evangelio a todos.
Sobre el documento final del Sínodo, el Arzobispo de Bogotá precisó que “no es lo más importante, pero el documento final ha venido trabajándose desde cuando usted fue consultado en su parroquia, su diócesis. Ahí, en el documento final también está su aporte sencillo, humilde, con temores, con esperanzas”.
“Lo más hermoso de quienes estamos en este trabajo es que descubrimos la acción del Espíritu Santo que va tomando las voces. De pronto ni la inteligencia artificial ni la inteligencia humana lograría poner y armar lo que la voz diversa nos está diciendo. Sin embargo cuando es el Espíritu Santo el que obra toma la diversidad de elementos y le da unidad”, añadió.
El cardenal indicó además que este texto estará primero al servicio del Papa, que decidirá qué se hace con él, y luego al servicio de toda la Iglesia.