El Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, aseguró que por ahora “no es realista” la solución de dos estados para poner fin a la guerra entre Israel y Hamás en Tierra Santa.
“Mi impresión es que nadie quiere un conflicto más grande, pero nadie puede detenerlo (…) Todo es posible de manera positiva y de manera negativa. Por ahora necesitamos algo nuevo, creativo, no sé bien qué, pero todos los acuerdos e ideas previos, como la perspectiva de la solución de dos estados, todo eso no es realista ahora”, explicó el purpurado.
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En entrevista concedida a Colm Flyn para EWTN News Nightly, el cardenal explicó que lo que sucede entre Israel y Hamás, la guerra que involucra a Palestina desde el pasado 7 de octubre, “es el peor periodo que estamos viviendo” en los últimos 35 años.
“No sólo por la violencia (…) sino por la proporción, el impacto, también el impacto emocional en la población, israelíes y palestinos, y ahora en el Líbano, que es enorme”, agregó.
Tras la incursión de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023, Israel respondió con una fuerte operación militar en Gaza, que ha involucrado a Irán y más recientemente al Líbano.
En muchas ocasiones el Papa Francisco ha pedido por el cese al fuego y el fin de la guerra en Tierra Santa, especialmente tras el rezo del Ángelus los domingos. El 17 de octubre recibió en el Vaticano a un exministro de Israel y a tres exministros de Palestina, con quienes dialogó durante unos quince minutos.
En el diálogo con Flynn, el Cardenal Pizzaballa expresó su preocupación “por el lenguaje de odio que se puede respirar y encontrar en todos lados. Esto es terrible. Me preocupa no tanto la guerra, que terminará como otras guerras, sino lo que habrá después, las consecuencias serán terribles”.
La Iglesia es la voz de los pobres
Sobre las negociaciones que deben darse para alcanzar la paz, el cardenal comentó: “No creo que la Iglesia deba entrar en esto. Es mejor que la Iglesia permanezca fuera porque si se entra, no eres libre. La fuerza de la Iglesia es ser una voz, la voz de los pobres”.
Tras indicar que “todos tienen que hacer su trabajo, y que los políticos deben encontrar una perspectiva política y los líderes religiosos deben encontrar esperanza”, el Patriarca de Jerusalén precisó que “la paz es una actitud. No es sólo un acuerdo. No viene de fuera”.
Sin embargo, continuó el Cardenal Pizzaballa, ante la situación actual “no es realista hablar de paz. Lo primero de lo que debemos hablar es del cese al fuego para detener todo tipo de violencia… encontrar nuevos líderes con visión, visión política, también líderes religiosos”.
“Y entonces se podrá pensar en una nueva perspectiva para Medio Oriente, no antes”.
Al hablar sobre el hambre como arma de guerra, el purpurado lamentó lo que sucede en Gaza y resaltó que la ayuda que envían las organizaciones internacionales no es suficiente para atender 2 millones de personas.
Al ser preguntado sobre lo que pueden hacer los cristianos fuera de Tierra Santa, el Cardenal Pizzaballa respondió: “Oración y apoyo, el apoyo de la comunidad cristiana tanto como se pueda”.
Mensaje para israelís y palestinos
Luego de alertar que la violencia no es una solución, el Patriarca de Jerusalén recordó que “palestinos es israelíes están llamados por Dios a vivir uno junto al otro, no contra el otro. Y tienen que redescubrir ese llamado”. Además, precisó, “la respuesta a toda violencia y al mal es la cruz”.
Para concluir, el cardenal destacó que “no es imposible” ver a Dios en medio de todo esto porque “el Evangelio no es una idea ni una narrativa, es vida” y resaltó la necesidad de “confiar en el poder de la gracia”.
Soy esposo desde 2008. Con mi esposa tenemos tres hijos aquí y uno que se fue al cielo en 2023, antes de nacer. Desde que me incorporé a ACI Prensa en 2005, he tenido la oportunidad de cubrir diversos eventos de la Iglesia Católica. Entre ellos, las Jornadas Mundiales de la Juventud en Colonia, Madrid y Río de Janeiro y los viajes apostólicos del Papa Benedicto XVI a México y del Papa Francisco a Corea del Sur. He sido enviado al Vaticano para cubrir los sínodos de la Familia, en 2015; de la Amazonía, en 2019 y el de la Sinodalidad, en 2023. Sigo de cerca la situación de la Iglesia Católica en Nicaragua, que sufre la persecución de la dictadura de Daniel Ortega, así como la actualidad eclesial en la región.
