La administración Biden anunció el lunes que exigirá a las compañías de seguros que cubran los anticonceptivos de venta libre, en lo que la Casa Blanca llamó la “expansión más significativa... en más de una década” de acceso al control de la natalidad bajo la ley federal.
La nueva norma exige a las compañías de seguros eliminar el requisito de prescripción médica para la cobertura de anticonceptivos. El gobierno busca ampliar la anticoncepción a raíz de la anulación del fallo Roe v. Wade por parte de la Corte Suprema en 2022, según una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
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“La administración Biden-Harris está avanzando en la expansión más significativa de la cobertura de anticoncepción bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio en más de una década”, dijo Jennifer Klein, asistente del presidente y directora del consejo de política de género de la Casa Blanca, en la conferencia de prensa de la Casa Blanca.
“Por primera vez en la historia, las mujeres podrían obtener anticonceptivos de venta libre (OTC, por sus siglas en inglés) sin receta y sin costo adicional, y los planes de salud tendrían que cubrir incluso más anticonceptivos recetados sin costos compartidos”, dijo Klein.
La nueva norma exige que las aseguradoras proporcionen anticonceptivos de venta libre a las mujeres sin costo y sin necesidad de receta médica. La norma también aumenta la cobertura requerida para los medicamentos anticonceptivos de venta con receta, exigiendo un medicamento por categoría de anticonceptivo, como anticonceptivos orales o implantes.
Luego de un período de comentarios, la nueva norma requerirá que las compañías de seguros amplíen la cobertura de anticonceptivos cubriendo por completo múltiples métodos de control de la natalidad, incluidos la anticoncepción oral, los condones y la “anticoncepción de emergencia”.
La Iglesia Católica ha condenado desde hace mucho la anticoncepción artificial
El Catecismo de la Iglesia Católica llama a los anticonceptivos mecanismos “moralmente reprobables” de regulación de la natalidad, afirmando que “toda acción” que “proponga… hacer imposible la procreación” es “intrínsecamente mala” (n. 2370).
En su encíclica Humanae Vitae de 1968, el Papa Pablo VI definió a “transmitir la vida humana” como un “gravísimo deber” de “los esposos, colaboradores libres y responsables de Dios Creador”, añadiendo que es “fuente de grandes alegrías aunque algunas veces acompañadas de no pocas dificultades y angustias”.
En el documento, Pablo VI escribió que el matrimonio está diseñado por Dios para que el esposo y la esposa desarrollen una unión a través de “su recíproca donación personal”.
El Papa condenó “toda acción que, o en previsión del acto conyugal, o en su realización, o en el desarrollo de sus consecuencias naturales, se proponga, como fin o como medio, hacer imposible la procreación”.
“Se deben reconocer necesariamente unos límites infranqueables a la posibilidad de dominio del hombre sobre su propio cuerpo y sus funciones”, se lee en el documento.
El único medio de “espaciar los nacimientos” que la Iglesia apoya es “tener en cuenta los ritmos naturales inmanentes a las funciones generadoras” a través de la planificación familiar natural (PFN).
Pablo VI reconoció que a veces hay razones serias para que las parejas decidan “evitar un nuevo nacimiento durante algún tiempo o por tiempo indefinido”, dependiendo de “las condiciones físicas, económicas, psicológicas y sociales”.
Sin embargo, “cualquier acto matrimonial (quilibet matrimonii usus) debe quedar abierto a la transmisión de la vida”, escribió Pablo VI. La unión y la procreación son dos aspectos “inseparables” del acto matrimonial, continuó Pablo VI, lo que hace que los anticonceptivos sean “ilícitos”.
Los anticonceptivos de venta libre también podrían tener consecuencias médicas negativas para las mujeres, anotó la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés).
Mons. Robert Barron, Obispo de Winona-Rochester, Minnesota, quien dirige el comité de laicos, matrimonio, vida familiar y juventud de la USCCB, criticó la aprobación de la FDA de los anticonceptivos de venta libre, en 2023.
Mons. Barron indicó que administrar anticonceptivos hormonales de venta libre “sin la supervisión de un médico y contrariamente a la creciente evidencia de muchos efectos secundarios dañinos, viola el juramento hipocrático al poner en grave riesgo la salud de las mujeres”.
Los mandatos de anticoncepción también han dado lugar a desafíos legales en el pasado para las organizaciones religiosas, incluido el caso de las Hermanitas de los Pobres.
Las religiosas pasaron nueve años envueltas en una lucha legal mientras apelaban por una exención religiosa de la regla de control de natalidad de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio. Esa regla requería que los empleadores proporcionaran cobertura anticonceptiva para los empleados a través de sus planes de atención médica.
La Corte Suprema de Estados Unidos finalmente falló a favor de las Hermanitas, en 2020.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.