Al concluir la 45° Asamblea Plenaria Extraordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), los obispos publicaron su declaración final, en la que hacen un análisis de la realidad del país y varias exigencias al régimen de Nicolás Maduro, como la liberación de miles de detenidos “entre los cuales se encuentran menores de edad”, después de las elecciones presidenciales del 28 de julio.
La asamblea se llevó a cabo, entre el 15 y el 17 de octubre, en las instalaciones del Episcopado en Caracas, liderada por Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Valencia y presidente de la CEV.
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Las asambleas extraordinarias no son frecuentes, se convocan cuando las circunstancias lo requieren. La última se celebró hace dos años con motivo de la aprobación del protocolo de prevención de abusos en la Iglesia, el 26 de abril de 2022.
Este año, el encuentro tuvo como objetivo analizar la situación de Venezuela, discernir sobre la realidad del país y tomar decisiones pastorales que respondan a las necesidades emergentes de la comunidad eclesial.
Los obispos se reunieron con representantes de instancias eclesiales, educativas y sociales “para reflexionar sobre la realidad nacional dentro de una metodología que contempla el diálogo y el discernimiento”, según explicó la CEV.
Bajo el título La verdad los hará libres (Jn. 8, 31) el Episcopado reiteró su llamado al Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano “para que, conforme a lo establecido en la Constitución y las leyes publique de forma detallada los resultados del proceso comicial realizado el pasado 28 de julio, en el que se evidenció la voluntad de cambio del pueblo venezolano”.
Desde las pasadas elecciones presidenciales, en las que el CNE adjudicó a Nicolás Maduro como presidente electo, a pesar de numerosas irregularidades y de las acusaciones de fraude por parte de la oposición y de numerosos actores de la comunidad internacional, los obispos publicaron hasta cinco mensajes dirigidos al país, en los que remarcaron que “la verdad, aunque quiera ser ocultada, o reducida a la opinión de unos pocos, resulta imponiéndose (cf. Mc 4,22)”.
“La presentación de los resultados es un paso esencial para conservar la confianza de los ciudadanos en el voto y recuperar el verdadero sentido de la política. Sólo así podremos avanzar juntos hacia la construcción de una Venezuela democrática y en paz”, añade la declaración final de la asamblea.
De igual manera, el Episcopado rechaza la represión de los organismos de seguridad del Estado en contra de las manifestaciones pacíficas, así como “las detenciones arbitrarias y las violaciones de los derechos humanos ocurridas después de las elecciones”. Exigen además la liberación de los detenidos “entre los cuales se encuentran menores de edad”.
Los obispos del país aseguran sentirse interpelados por el clamor del pueblo y renovaron su compromiso con todos los que sufren, acompañándolos en la oración y los servicios que brinda la Iglesia Católica a través de sus diferentes instancias. “Reafirmamos nuestro compromiso de estar a su lado en estos momentos difíciles”, manifestaron.
Por último, llamaron a no perder la esperanza, fijando la mirada en Jesús, y promoviendo diferentes iniciativas de oración “para pedir por la paz y el bienestar de Venezuela”.