El Obispo de Palmira (Colombia), Mons. Rodrigo Gallego Trujillo, ha expresado su enérgico repudio por el asesinato de Sofía Delgado Zúñiga, la niña de 12 años que era buscada desde el 29 de septiembre.

En un comunicado, el prelado manifestó la unión de la Iglesia Católica “al clamor de toda la comunidad por el respeto y el cuidado de la vida de nuestros niños”. “Desde la Diócesis de Palmira, levantamos nuestra voz para repudiar enérgicamente los actos atroces que atentan contra su integridad y sus sueños”, señaló.

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Según los medios locales, ese día Sofía había salido de la casa de su abuela, en el municipio de Candelaria, Valle del Cauca, para comprar champú para bañar a su mascota, sin embargo, la niña ya no retornó.

Luego de 18 días de búsqueda e investigación, la Policía dio con Brayan Campo Pillimue, quien abusó y asesinó a la pequeña. Los restos de Sofía fueron encontrados ayer jueves.

El Obispo de Palmira señaló que no se puede permitir “que los niños sigan siendo víctimas del asesinato, de la utilización, el reclutamiento y el abuso. Estos crímenes son una herida profunda en el corazón de nuestra sociedad y un llamado urgente a la acción”.

“Elevamos nuestra plegaria por Sofia Delgado Zúñiga y expresamos nuestra solidaridad con su familia que hoy llora una pérdida irreparable. Nos duele como sociedad, como Iglesia, como comunidad”, añadió.

El obispo colombiano pidió que estos crímenes “no queden impunes” y llamó a las familias, comunidades y autoridades a proteger y defender la vida y la dignidad de los menores.

“Es nuestro deber sagrado garantizarles un presente y un futuro de paz, donde puedan crecer seguros, amados y respetados”, señaló.

Asimismo, dijo que la Iglesia reafirma su “compromiso de seguir trabajando por la construcción de una sociedad más justa y humana, en la que la vida de cada infante sea protegida con todo el amor y la dignidad que merecen”.

Tras recordar la preferencia de Jesús por los niños, Mons. Rodrigo Gallego exhortó a que “la muerte de Sofía nos lleve a infundir en nuestros hijos, la imperiosa necesidad de acercarse a Jesús, luz del mundo, para no perderse en medio de este mundo que ofrece oscuridad y maldad”.