El Cardenal Willem Jacobus Eijk, Arzobispo de Utrecht (Países Bajos), alertó sobre los esfuerzos de reforma mal dirigidos dentro de la Iglesia Católica, advirtiendo que las soluciones regionales a cuestiones controvertidas podrían socavar la credibilidad de la Iglesia.

El purpurado enfatizó la importancia de mantener la unidad con la Iglesia universal.

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“Debemos caminar por un camino común y no desviarnos de la Iglesia mundial”, sostuvo, reflejando la carta de 2019 del Papa Francisco a los católicos alemanes.

Ofreciendo una perspectiva desalentadora desde una nación fuertemente secularizada, el purpurado holandés trazó paralelismos entre el actual Sínodo de la Sinodalidad en Roma y el Consejo Pastoral Holandés de finales de la década de 1960, en una entrevista con la revista de lengua alemana Communio.

El arzobispo de 71 años advirtió que las soluciones regionales a cuestiones conflictivas podrían socavar la credibilidad de la Iglesia. “Si se pierde la unidad en la proclamación, la Iglesia pierde su credibilidad”, afirmó, destacando la experiencia negativa de los Países Bajos con la ambigüedad en los últimos 50 años.

Agregó: “La gente tenía la impresión de que la propia Iglesia no sabía realmente dónde se encontraba”.

Menos tracción para el supuesto “atraso” en reformas

Reflexionando sobre el Sínodo de la Sinodalidad en curso, el Cardenal Eijk indicó que temas controvertidos, como el género y la ordenación de mujeres, han tenido menos tracción de lo que algunos anticipaban.

“Las votaciones en la asamblea del año pasado mostraron que la mayoría de los participantes no estaban entusiasmados con temas como el género o la ordenación de mujeres”, comentó.

El purpurado holandés también desafió la idea de que abordar un “atraso en reformas” traería de vuelta a las personas a la Iglesia.

“Puedes aprender de la Iglesia en los Países Bajos que esto es un error. Aquellos que crean confusión alienan a las personas de la Iglesia. No vas a traer a nadie de vuelta de esta manera”, afirmó.

En cambio, el Cardenal Eijk abogó por un enfoque centrado en Cristo y una catequesis sólida.
“Se trata de poner a Cristo en el centro. En las parroquias donde la fe se proclama bien y la liturgia se celebra con dignidad, las iglesias están llenas”, observó.  

También abordó la participación de los laicos en la toma de decisiones de la Iglesia, reconociendo su importancia, pero reconociendo límites.

“Por supuesto, la gente participa en las decisiones”, dijo, citando ejemplos de aportes a nivel parroquial. Sin embargo, advirtió que este enfoque “no siempre funciona”, particularmente con cambios estructurales importantes.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.