El Senado de Italia aprobó una ley que tipifica como delito los vientres de alquiler o maternidad subrogada solicitada incluso fuera de Italia, con la posibilidad de que quienes infrinjan la norma se enfrenten a penas de prisión y a una multa de hasta 1 millón de euros.

La gestación subrogada es ilegal en Italia desde 2004, según la Ley 40 que regula la reproducción médicamente asistida.

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Con la votación del 16 de octubre, Italia modifica la Ley 40 para ampliar su jurisdicción y penalizar incluso la maternidad subrogada “cometida en el extranjero”, que ahora la legislación italiana considera un “crimen universal”.

El artículo 12, apartado 6 de la Ley 40 establecía hasta ahora que “quien, bajo cualquier forma, realice, organice o publicite la comercialización” de la maternidad subrogada será castigado con hasta dos años de prisión y una multa entre 600.000 y 1 millón de euros.

Según refiere CNA —agencia en inglés de EWTN News— con la modificación aprobada, se precisa ahora que “si los hechos a que se refiere el apartado anterior, referentes a la gestación subrogada, se cometen en el extranjero, el ciudadano italiano será castigado según la ley italiana”.

La ley, aprobada por 84 votos a favor, 58 en contra y 0 abstenciones, fue objeto de un intenso debate en el Senado. El tema de la maternidad subrogada y su penalización ha sido motivo de controversia política y social en Italia, de mayoría católica, durante varios años.

La penalización de los vientres de alquiler tiene un fuerte apoyo del actual gobierno de derecha de Italia, encabezado por la primera ministra Giorgia Meloni.

“No es posible comprar niños”

Vincenzo Bassi, expresidente de la Federación de Asociaciones Familiares Católicas de Europa (FAFCE), indicó a EWTN Noticias que la nueva norma “es importante porque es la primera vez que [se establece] este principio: no es posible la exportación de las mujeres y no es posible comprar niños”.

Bassi denunció que la maternidad subrogada es, a fin de cuentas, “una forma de exportación de la pobreza de las personas, de las familias también, porque muchas mujeres ya tienen hijos y hacen este tipo de prácticas, aceptan estos contratos sólo porque necesitan dinero”.

Tras destacar que esta decisión del Senado italiano permite comprender que “el pueblo no quiere esta práctica”, el líder resaltó la existencia de la Declaración de Casablanca, un documento internacional que pide la abolición universal de los vientres de alquiler.

Bassi dijo además que su organización busca generar un debate internacional “orientado sobre la realidad y no sobre la ideología, porque si la orientación es ideológica se puede decir todo, pero la realidad dice que no hay derecho a generar hijos”.

El líder pro familia precisó a EWTN Noticias que “la vida no se puede comprar” y recordó que “la paternidad tiene que ser un acto de don, no un acto de compra. La vida humana no es un ‘commodity’” (bien o producto básico que se puede comprar o vender).