Santa Margarita María Alacoque, principal vidente del Sagrado Corazón de Jesús y cuya fiesta es cada 16 de octubre, recibió la misión de escribir su propia biografía. En sus escritos, ella indica que sentía repugnancia al hacerlo y le reclamó a Cristo. Pero el Señor le dio tres proféticas razones para que lo hiciera.
En el libro Autobiografía de la B. Margarita María Alacoque, que recoge el manuscrito de la santa, se indica que comenzó a escribir por pedido de su director espiritual, el P. Rolin, sacerdote de la Compañía de Jesús (Jesuitas).
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La santa comienza diciendo que escribe por obediencia y pide perdón a Dios por haber mostrado resistencia. En su relato, Santa Margarita cuenta detalles de su infancia, sus sufrimientos y cómo la Virgen y Cristo la acompañaron en su proceso de fe. Además, narra lo que le dijo el Sagrado Corazón de Jesús.
No obstante, en una parte señala que le dio las quejas a Cristo “por la grande repugnancia que sentía” de escribir sobre ciertas situaciones dolorosas que vivió en casa.
Cristo se define a sí mismo como la “memoria eterna”
Ante este reclamo, el Señor la animó a que siguiera. “Prosigue, hija Mía, prosigue, que ello ha de ser, ni más, ni menos, a pesar de todas tus repugnancias; es necesario que Mi Voluntad se cumpla”, le dijo. Sin embargo, Santa Margarita le cuestionó cómo es que ella se iba a acordar “lo que pasó hace ya cerca de veinticinco años”.
Entonces Cristo le dijo: “¿No sabes que soy la memoria eterna de Mi Padre celestial, que jamás olvida cosa alguna, y ante la cual lo pasado y lo futuro son como el presente? Escribe, pues, sin temor todo, según te lo dictare, que te prometo derramar en lo que escribas la unción de mi gracia, a fin de ser por este medio glorificado”.
En este sentido, el Hijo de Dios le explicó pacientemente tres razones para que escribiera. En primer lugar le indicó que esto quería de ella para que recordara cómo la enriqueció espiritualmente y de esta manera se muestre siempre agradecida.
Luego le precisó que buscaba enseñarle a no apropiarse de esas gracias y que debía compartirlas con los demás. “He querido servirme de tu corazón, como de un canal, con el fin de repartirlas según mis designios, en las almas, muchas de las cuales serán retiradas por este medio del abismo de perdición, como te haré ver en adelante”, enfatizó.
Por último, Cristo, resaltó que quería mostrar que Él es “la Verdad eterna que no puede mentir”. Además, que es fiel a sus promesas, y que las gracias que le concedió pueden resistir “todo género de exámenes y de pruebas”.
Santa Margarita se sintió fortalecida y se determinó a cumplir la voluntad del Señor. Al final, las tres proféticas razones se cumplieron: la santa creció en humildad, muchos se han acercado más a Dios con sus escritos y sus mensajes son fuente de inspiración en la devoción al Corazón de Jesús, en quien siempre se puede confiar.