Para los asistentes a la conferencia de este año de la Asociación Nacional de Directores Diocesanos Católicos del Ministerio Hispano en Estados Unidos (NCADDHM, por sus siglas en inglés), el ministerio hispano eficaz se ha convertido en parte del alma de la Iglesia Católica.

Pregúntele al P. Brian McWeeney, director de Apostolados Étnicos de la Arquidiócesis de Nueva York, quien fue testigo de esto de primera mano en Nueva York. “Cuando el COVID se acercaba al final, las primeras iglesias que se llenaron fueron las iglesias en su mayoría hispanas”, anotó.

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La conferencia anual de 2024, que tuvo lugar en Miami del 8 al 11 de octubre, no fue la primera del P. McWeeney. Dijo que las conferencias de NCADDHM lo rejuvenecen en su ministerio a varios grupos étnicos, incluidos los hispanos.

“Esta conferencia es especialmente importante en conjunción con el Avivamiento Eucarístico y el Sínodo [de la Sinodalidad]”, dijo, refiriéndose a la 16ª Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tiene lugar en Roma del 2 al 27 de octubre de 2024. “El sínodo llama a la comunión, a la participación y a la misión. Esta conferencia nos da una forma concreta de comunicarnos entre nosotros sobre cómo hacer esto en nuestras áreas”.

El tema de este año, “Caminos hacia la unidad desde una experiencia sinodal”, tenía la intención de “responder a los signos de los tiempos”, como lo expresó el presidente de NCADDHM, Ignacio Rodríguez. Dado que la sinodalidad enfatiza la conversación, Rodríguez dijo que la conferencia es un lugar “para compartir recursos, para [permitirnos] escucharlos de primera mano, para ayudarlos a equiparse con el idioma correcto, para que cuando regresen a sus comunidades, puedan responder mejor a su realidad”.

Aproximadamente 200 profesionales de 65 diócesis se reunieron en Miami para la conferencia, que se llevó a cabo con la sinodalidad en mente. Los oradores pueden exponer en inglés o español según su preferencia. Los organizadores alentaron a los huéspedes del hotel a asistir a la Misa de la conferencia el 9 de octubre; algunos huéspedes que se alojaban en el hotel buscaban refugio del huracán Milton, que tocó tierra cerca de Siesta Key, en el condado de Sarasota, ese mismo día.

Oradores de todo el país discutieron temas relacionados con la sinodalidad y el Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano/Latino actualizado de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) 2023.

Los oradores presentaron una amplia gama de temas, incluyendo ministrar a jóvenes adultos, personas con discapacidades, inmigrantes, personas con atracción hacia el mismo sexo y más.

Mons. Eusebio Elizondo, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Seattle (izquierda); y Mons. Mario A. Avilés, Obispo Auxiliar de Brownsville, Texas, celebran una Misa durante la Conferencia 2024 de la Asociación Nacional de Directores Diocesanos Católicos del Ministerio Hispano. Crédito: Emily Chaffins.
Mons. Eusebio Elizondo, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Seattle (izquierda); y Mons. Mario A. Avilés, Obispo Auxiliar de Brownsville, Texas, celebran una Misa durante la Conferencia 2024 de la Asociación Nacional de Directores Diocesanos Católicos del Ministerio Hispano. Crédito: Emily Chaffins.

Durante el panel “Sinodalidad a través del discernimiento a la luz del Evangelio” el 9 de octubre, Alejandro Aguilera-Titus señaló la lente única de la cultura hispana con respecto a la fe católica. Al hacerlo, citó una de las declaraciones de los obispos sobre la cultura hispana que se encuentra en el plan pastoral.

“La belleza de nuestra fe, nuestra participación dinámica en los movimientos eclesiales, nuestra auténtica devoción mariana, nuestra cultura católica, nuestro amor por la familia, esas cosas se han dicho muchas veces, pero hay algo más que ellos [la USCCB] nos dijeron por primera vez”, dijo Aguilera-Titus, quien es el líder del equipo del ministerio hispano/latino en la USCCB.

“Dijeron que, por los misteriosos caminos de Dios, Dios ha querido que ustedes, los hispanos/latinos, sean misioneros de la Iglesia de los Estados Unidos”, enfatizó Aguilera-Titus.

En otras palabras, aunque el plan pastoral está dirigido a servir a los hispanos en particular, la Iglesia en los Estados Unidos ha descubierto un efecto paradójico: estos esfuerzos para servir a los hispanos tienen el potencial de mejorar a toda la Iglesia, de hacerla más sintonizada con Cristo.

“Como hacemos a menudo desde las periferias de la Iglesia, estamos transformando la Iglesia”, dijo Aguilera-Titus, “porque vemos a Jesús como el centro. Eso hace posible que estemos más dispuestos a crear una Iglesia de comunión dentro de la diversidad cultural y humana de nuestros hermanos y hermanas en esta gran nación de los Estados Unidos”.

Lorianne Aubut, directora del ministerio hispano de la Diócesis de Madison, Wisconsin, presentó la historia de su diócesis como un ejemplo de las capacidades del plan pastoral nacional. Describió cómo el obispo Donald J. Hying, el ministerio hispano y varias otras organizaciones de la diócesis han colaborado para crear un plan diocesano basado en el plan pastoral nacional de la USCCB.

“El plan pastoral de nuestra diócesis se inspiró en la historia de Cristo en el camino a Emaús, y el encuentro es el centro de nuestra identidad”, dijo Aubut. Para crear su plan, practicaron tanto el “discernimiento espiritual” como el “discernimiento práctico para crear discípulos misioneros… y un plan pastoral estratégico”.

“En cada reunión que teníamos con nuestro obispo discerníamos en oración, antes de la Misa, lo que iba a suceder en esa reunión, cómo íbamos a transformar nuestra diócesis a través del movimiento del Espíritu Santo”, dijo Aubut.

Para identificar las necesidades de su diócesis, pidieron la participación de la comunidad. “Más de 900 personas de nuestra diócesis hispana asistieron a sesiones de escucha con el obispo, y el 60% de esas 900 expresaron sus opiniones y peticiones”, explicó.

Juntos, identificaron que la prioridad de la comunidad era el matrimonio y la familia, por lo que la diócesis contrató a un coordinador para el matrimonio y la familia para servir exclusivamente a la comunidad hispana.

Después de un proceso de oración e investigación, “el Espíritu Santo nos mostró” que el plan estratégico debe integrar las áreas de “matrimonio y familia, juventud, evangelización, catequesis, sacramentos y liturgia, el acompañamiento y cuidado de los pobres y los inmigrantes, y también la devoción y espiritualidad de los hispanos”, dijo Aubut.

Para el P. McWeeney, es escuchar historias como la de Aubut lo que hace que asistir a la conferencia sea tan conmovedor.

“La conferencia da esperanza para la Iglesia”, dijo. “Es posible que nos desanimemos cuando pensamos que estamos solos. Aquí hay mucha gente trabajadora, y tenemos ideas sobre cómo lidiar con nuestros desafíos particulares”.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.