El Cardenal Leonardo Steiner, Arzobispo de Manaos (Brasil), que participa en el Sínodo de la Sinodalidad, afirmó que hay “muchas de nuestras mujeres son verdaderas ‘diaconisas’”, al tiempo que señaló que el Papa Francisco “no ha cerrado la cuestión” de la ordenación de hombres casados.

El cardenal es conocido por ser defensor de los pobres, los indígenas y considerado además como “pro LGBTQ” . En el pasado llegó a afirmar que “habrá una manera” de poner fin al celibato sacerdotal obligatorio.

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En el Sínodo de la Amazonía de 2019, el purpurado brasileño se erigió además como un firme defensor de la ordenación de hombres casados, un asunto sobre el que el Papa Francisco no habría dado una palabra definitiva , según dijo este 15 de octubre.

Durante la sesión informativa que se realiza diariamente en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el cardenal de 74 años precisó que durante la sesión de hoy, correspondiente al tercer módulo del Instrumentum Laboris, los participantes del Sínodo han reflexionado sobre “los lugares de la Iglesia”.

De este modo, comentó que la Iglesia debe estar abierta “a la escucha de las culturas y religiones”, de forma que el Evangelio pueda ser “inculturado”.

En Manaos viven cerca de dos millones trescientas mil personas, de las cuales 71.713 son indígenas. En total hay 753.357 indígenas en toda la Amazonía, según datos oficiales de Brasil.

Tomando estas cifras como ejemplo para remarcar las diferencias culturales entre Occidente y los habitantes de su diócesis, el purpurado indicó que, a pesar que desde hace “más de cien años se vive sin presbíteros”, en las comunidades se han organizado y continuado rezando “con diversos modos de oración”.

En este sentido, destacó que “las mujeres participan mucho” y que son a su vez “líderes de nuestras comunidades”.

“¿Por qué no restaurar el diaconado femenino ordenado?”

Resaltó que desea “que algunas comunidades más lejanas puedan celebrar algunos sacramentos, por ejemplo el Bautismo, sin la presencia de un sacerdote”.

Por lo tanto, prosiguió, “muchas de nuestras mujeres son verdaderas ‘diaconisas’, sin que esto sea oficial”. Remarcó además que les gustaría llamarlas “diaconisas”, ya que lo son “a todos los efectos”, aunque prefirió no utilizar este término “para no crear confusión con el ministerio ordenado”.

Para el cardenal, “desafortunadamente no tenemos una palabra adecuada” para su papel, pero es “admirable aquello que hacen y su responsabilidad en el seno de nuestra Iglesia”. 

“Son muchas las mujeres que guían la comunidad, que llevan adelante la Palabra de Dios, que reúnen a la comunidad en un momento de oración y que son activas por ejemplo en la pastoral carcelaria, en la catequesis, en la actividad de Cáritas. Son ellas las que llevan adelante esta actividad, son activas junto a las personas de la calle, son ellas las que representan a nuestra Iglesia en muchos lugares”, señaló.

Enfatizó su postura a favor de la ordenación de las mujeres al diaconado y señaló la existencia de una comisión que se encarga “históricamente de estudiar este tema”. 

“¿Por qué no restaurar el diaconado femenino ordenado? Ya hemos tenido una Iglesia así, con este rostro”, dijo haciendo referencia a los diáconos.

“El diaconado permanente para los hombres puede avanzar con el de las mujeres. Creo que  debemos de reflexionar mucho en estas cuestiones, debemos profundizar y debemos recordar el papel esencial y fundamental de la mujer en la Iglesia”. 

Afirmó también que “no se debe abrir la puerta a una cuestión de género”, sino que se trata “de una cuestión de vocaciones en la Iglesia. La vocación de la mujer en el interior de la Iglesia y de nuestra comunidad”. 

Respondiendo a uno de los periodistas presentes en la rueda de prensa, el purpurado señaló que el Sínodo de la Amazonía “ha abierto la posibilidad” de realizar el Sínodo de la Sinodalidad. 

Sobre este “proceso”, comentó que “se ha abierto un camino en el que no se puede ir atrás”, ya que “no hay punto de retorno”. 

“Es esencial que todos estamos entrando en el interior de un movimiento que es el ser Iglesia” y de sentir la responsabilidad  de la misión a través del Bautismo y la Gracia de Dios.

El Santo Padre “no ha cerrado la cuestión” de ordenar a hombres casados

Preguntado sobre la ordenación de hombres casados, un asunto que ha “desaparecido” de los grupos de estudio de esta segunda y última sesión, el purpurado enfatizó que tras el Sínodo de la Amazonía “hubo una desilusión en este tema”.

Precisó sin embargo que “el Santo Padre no ha cerrado la cuestión” y aseguró que “en alguna realidad no sería una dificultad”. 

Expresó asimismo su deseo de que el Papa Francisco “tenga la capacidad de ir adelante”, al tiempo que indicó que no ha querido hacerlo aún debido a “su gran sensibilidad”.

Reiteró que se debe “seguir hablando” de este tema y que se debe “profundizar en la ministerialidad”, ya que no se han dado aún “los pasos suficientes”. 

“En algunas culturas el celibato es una gran dificultad. Es esto lo que siento”, insistió.  

Cabe destacar que, el pasado sábado, el Cardenal Steiner dijo desde el Santuario de Fátima que “impone las manos” a todas aquellas mujeres que ejercen el ministerio del Bautismo u otros sacramentos.

“Estos temas son muy tensos en la Iglesia. No debemos dejar de discutir y reflexionar. Y si en una hora llegamos a la conclusión de que en el pasado hubo un diaconado femenino, ¿por qué no reintroducirlo, como se reintrodujo el diaconado permanente?”, reiteró el cardenal desde el santuario en Portugal.