Una influyente abogada canónica que habló en un evento oficial del Sínodo de la Sinodalidad argumentó que la Iglesia Católica debería estar gobernada por sínodos que estén equilibrados según el género, entre otros factores, y que tengan el poder de tomar decisiones, no simplemente hacer recomendaciones.

Donata Horak, una canonista italiana que se ha presentado antes ante el exclusivo Consejo de Cardenales del Papa Francisco, hizo su propuesta en un foro teológico celebrado en la sede mundial de los jesuitas en Roma, el 9 de octubre.

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La canonista italiana describió el enfoque actual de la Iglesia sobre los sínodos, en los que los votos son consultivos pero no deliberativos, como “monárquico” y una “visión solitaria de la autoridad”.

“Es despectivo”, dijo. “Desde una mentalidad democrática, quien sólo tiene un voto consultivo no cuenta”.

Horak también dijo que los sínodos deben reflejar proporcionalmente la comunidad eclesial que representan, teniendo en cuenta los antecedentes profesionales, las habilidades y, especialmente, las diferencias de sexo.

“Los organismos sinodales del futuro deben ser representativos del Pueblo de Dios”, dijo Horak, profesora de Derecho Canónico en el Estudio Teológico Alberoni en Piacenza (Italia), quien también es miembro del Consejo Presidencial de la Coordinación de Teólogos Italianos y secretaria de la Coordinación de las Asociaciones Teológicas Italianas.

Aunque no es una delegada o experta del Sínodo, la presentación de Horak en un evento oficial del Sínodo de la Sinodalidad fue notable, dado que los cambios en el Derecho Canónico están en la agenda de la reunión del 2 al 27 de octubre. Por ejemplo, el Sínodo está considerando una propuesta para alterar la fórmula canónica que dice que los cuerpos consultivos, como los consejos pastorales, tienen un “voto consultivo solamente”.

Desde el comienzo de su presentación, la canonista italiana afirmó que los cambios que ella recomendaba al Derecho Canónico se basaban en la tradición católica.

“No hacemos reformas de los sínodos para imponer nuestra visión de la Iglesia”, dijo, afirmando que sus propuestas estaban destinadas a redescubrir la misión dada por Dios “de hacer creíble el Evangelio” a través de “relaciones humanas justas y fraternidad”.

Horak también describió sus puntos de vista como consistentes con la teología del Vaticano II, que según ella no fue totalmente adoptada en el Código de Derecho Canónico de la Iglesia latina de 1983.

Como resultado, Horak dijo que el Derecho Canónico de la Iglesia latina incluye dos “eclesiologías”, o teologías de la Iglesia, rivales: una que enfatiza la corresponsabilidad de todos los fieles, incluso en asuntos de gobierno, y la otra que todavía parece reservar el poder eclesial a los clérigos.

Horak dijo que la “contraposición” de la Iglesia latina entre sínodos exclusivamente consultivos y concilios deliberativos “no pertenece a nuestra tradición” y señaló el hecho de que las Iglesias católicas orientales tienen sínodos con poder de decisión.

No mencionó que los sínodos de las Iglesias católicas orientales no incluyen a los no obispos como miembros con derecho a voto de sus sínodos, un elemento central de su propuesta de reforma.

Si bien Horak enfatizó que la Iglesia no puede ser una monarquía, también dijo que esto no significa que la Iglesia pueda abrazar el “modelo democrático”.

“La sinodalidad es más profunda que la monarquía y la democracia”, dijo, señalando las diferencias en el cargo y el carisma dentro de la Iglesia. “Realmente tenemos que descubrir la dinámica de un voto deliberativo distribuido a diferentes sujetos y organismos interministeriales”.

Como una forma de hacer que los sínodos sean deliberativos, Horak sugirió que los Papas podrían aceptar el documento final aprobado por un sínodo como magisterial, enumerando los nombres de todos los que participaron, lo que sería posible debido a los cambios canónicos del Papa Francisco en 2018 al Sínodo de los Obispos en Episcopalis communio.

“Esto es paradigmático”, dijo Horak sobre la posibilidad, lo que en teoría podría hacer el Papa Francisco con el documento final del actual Sínodo de la Sinodalidad. “Esto debería suceder en todos los organismos consultivos”.

Aunque no participó formalmente en el Sínodo de la Sinodalidad, Horak es una influyente abogada canónica. Según Vatican News, su presentación del 18 de junio ante el Papa Francisco y su Consejo de Cardenales señaló “diversas antinomias, como justicia y misericordia, poder consultivo y poder deliberativo, principio jerárquico y eclesiología de comunión, democratización y modelo monárquico, en el contexto de una reflexión más amplia sobre el Derecho Canónico”.

La presentación de Horak ante el consejo de cardenales se incluirá en un libro de próxima aparición: Poder y Vida: Economía y Derecho para una Iglesia de Mujeres y Hombres. El libro, que será publicado el 18 de octubre, pide a la Iglesia Católica que ponga “fin a toda discriminación, en primer lugar la de género”, según su editor.

La presentación de Horak fue parte de un foro teológico del Sínodo de la Sinodalidad sobre el “Pueblo de Dios”, uno de los cuatro que se ofrecerán en la sesión sinodal de este año. Los organizadores dicen que los foros se llevan a cabo para proporcionar “momentos de estudio profundo” para los participantes en el Sínodo y “para ofrecer a los teólogos y canonistas la oportunidad de contribuir al trabajo de la asamblea”.

Los organizadores del Sínodo no respondieron a una solicitud de comentarios sobre cómo se seleccionaron los expositores del foro.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.