Una joven comunidad monástica denominada la Fraternidad de Jesús, ha reemplazado a los benedictinos en el cuidado de la basílica romana de San Pablo de Extramuros y ahora procura devolverle su esplendor como uno de los templos más emblemáticos del catolicismo mundial.
Según informó el vaticanista de L’Esspreso, Sandro Magister, la Basílica –segunda tras San Pedro en la lista de las más grandes iglesias de Roma y el mundo- había perdido su importancia y prestigio.
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“Los monjes benedictinos que trabajaban ahí no superaban la docena, tenían una edad cada vez más avanzada y estaban muy desgastados, las Misas estaban medio desiertas, el territorio del templo había sido desmembrado y anexado a las parroquias adyacentes”, señaló Magister.
El vaticanista sostiene que la Santa Sede ha llegado a la conclusión de que para revitalizar la Basílica urgía reemplazar a los monjes y los elegidos son una nueva y joven comunidad monástica con muchas vocaciones.
La Fraternidad de Jesús fue establecida en un terreno de ocho acres cerca de Castelli Romani, entre Lanuvio y Velletri, en Roma, con una torre y unas cuantas cabañas antiguas. No tienen abadía ni convento, su iglesia es una gran tienda y sus celdas son casas prefabricadas que sirvieron a las víctimas del terremoto que en 1976 sacudió Friuli.
Según Magister, en esta comunidad es evidente “el sello de San Benedicto y San Bernardo, los padres del monaquismo occidental, comenzando por el nombre que dieron a su lugar: Vallechiara. Como en Claraval y en todas las grandes abadías medievales, estos nuevos monjes también cultivan la tierra”.
El fundador y abad mayor de esta nueva familia monástica es Tarcisio Maria Benvenuti, de 58 años de edad, y quien llegó de Istria (ex Yugoslavia) como refugiado a Italia cuando era niño. Se ordenó sacerdote en Trieste, comenzó su nueva comunidad en 1972, y en 1985 se estableció en Lanuvio.
Magister explica que los nuevos monjes han abrazado el lema benedictino "ora et labora". “Tienen oración comunitaria en la noche y comienzan a trabajar el campo desde la madrugada, con la ayuda de los agricultores reunidos en dos cooperativas, gente joven de un centro de rehabilitación cercano y los invitados del monasterio”.
El vaticanista sostiene que esta comunidad tiene el apoyo del Cardenal Joseph Ratzinger, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; del Arzobispo de Vienna, Cardenal Cristoph Schönborn; y del Cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos.
Además de ocuparse de San Pablo de Extramuros, los monjes de Vallechiara pronto recibirán una importante iglesia en Roma, San Saba all'Aventino, aún a cargo de los jesuitas.