La vida de Dan Cummings, residente de un hogar de ancianos, dio un vuelco de 180 grados gracias a la devoción al Rosario. Originario de Ennis, Montana (Estados Unidos), “vivió un estilo de vida rudo de vaquero alejado de la Iglesia durante más de 40 años”, según su hijo Joel.

Cuando Dan vio por primera vez el nuevo grupo de oración del Rosario en el calendario semanal de su residencia de ancianos, no sabía si unirse, pero decidió que no le “haría daño intentar el Rosario en alguna ocasión”.

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Al compartir con los voluntarios del “Equipo del Rosario” que había “perdido el rumbo respecto a la religión”, lo alentaron a recibir los sacramentos de la confesión y la Eucaristía para regresar a su fe. Le aseguraron que Dios lo ama y que su misericordia es infinita.

Al ver la devoción de los voluntarios y recibir su apoyo, Dan decidió reunirse con el sacerdote encargado de la comunidad, el P. John Crutchfield, y ahora asiste a la Misa semanal en la parroquia de St. Patrick.

Volver a los sacramentos y a la oración ha cambiado a Dan. “Ahora tengo paz y soy mucho más feliz”, aseguró.

“¡Ha cambiado toda mi perspectiva sobre la vida! Tengo 80 años, y antes, todo lo que esperaba era dejar de respirar. Ahora tengo paz. Realmente no puedo explicarlo. Vivir en un hogar de ancianos es bastante restrictivo, y no podía creer lo bien que me hacía sentir rezar el Rosario y lo acogedores que han sido los voluntarios”, relató.

La voluntaria del Equipo del Rosario, Cris Fanelli, expresó la alegría que este ministerio le trajo a ella y a su equipo de voluntarios. “¡Recibimos muchas, muchas gracias, y nuestros corazones desbordan amor! Dan nos ha dado mucha alegría”.

Dan compartió además que ha tenido dos “milagros” en su vida: sobrevivir a una experiencia cercana a la muerte durante una cirugía y regresar a la fe: “Dios simplemente no ha terminado conmigo”, enfatizó.

Esta colaboración para rezar, entre los voluntarios y los residentes ancianos, proporciona un propósito y paz, con un enorme impacto espiritual. El Rosario es una experiencia transformadora que eleva a los residentes de las luchas personales para enfocarse en algo mucho más grande: la salvación eterna.

Dan y los voluntarios del equipo del Rosario: Cris Fanelli, Betty Goggins y Lisa Carruthers. Crédito: Equipo del Rosario
Dan y los voluntarios del equipo del Rosario: Cris Fanelli, Betty Goggins y Lisa Carruthers. Crédito: Equipo del Rosario

La hija de Dan, Corinna, ha visto la notable conversión que el Equipo del Rosario ha traído a la vida de su padre. “Papá está preparándose para el ‘examen final’, un humorístico guiño a su entusiasmo y dedicación en estos años crepusculares”, dijo.

“Pero bajo el humor se encuentra una profunda verdad: el regreso de papá a la Iglesia es un testimonio del poder perdurable de la fe y del consuelo que puede brindar, sin importar dónde nos haya llevado el camino de la vida. Las visitas semanales del Equipo del Rosario se han convertido en una parte preciada de su vida, proporcionando consuelo y un sentido de propósito”, agregó.

Teresa Rodríguez es la fundadora y presidenta del Equipo del Rosario. Estaba cuidando a pacientes en el hospicio cuando dijo “sí” a este llamado. Con un título de posgrado del Instituto Augustine centrado en la evangelización y la catequesis y una Maestría en Ciencias de la Enfermería, es enfermera practicante de hospicio y ama orar y trabajar con ancianos.

Fue invitada en el programa Take 2 With Jerry and Debbie de EWTN Radio. El P. Mariano Chris Alar también filmó al Equipo del Rosario en acción para EWTN.

Más sobre este apostolado

Los voluntarios rezan el Rosario con los ancianos en los hogares de ancianos para difundir el Evangelio y compartir el amor de Cristo durante los últimos años de vida de los residentes.

La invitación para unirse al Equipo del Rosario es emular el inquebrantable “sí” de María al plan divino de Dios. Esta organización sin fines de lucro aspira a llenar hogares de ancianos en todo Estados Unidos y el mundo con un equipo dedicado al Rosario.

Con una guía sencilla y la capacitación del equipo con sede en Denver, el objetivo es establecer equipos en más de 50.000 hogares de ancianos sólo en Estados Unidos.  

Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en National Catholic Register.