En un comunicado difundido este 8 de octubre, la CEM aseguró que “se une en oración por las víctimas y sus familiares afectados por los recientes actos de violencia en Chilpancingo”, al tiempo que expresó su “más sincera solidaridad y cercanía espiritual con quienes sufren estas pérdidas irreparables”.
Los obispos también manifestaron sus “más sentidas condolencias a las familias de las víctimas” y aseguraron sus oraciones “por el pueblo de Chilpancingo y por todo México”.
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Alejandro Arcos, de 43 años, ganó la alcaldía de Chilpancingo, capital de Guerrero, en las elecciones del 2 de junio, como parte de la coalición “Fuerza y Corazón por Guerrero”, integrada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Asumió el gobierno del municipio el 30 de septiembre. Apenas cuatro días después, fue hallado sin vida el cuerpo de Francisco Tapia, su colaborador cercano y secretario general del Ayuntamiento de Chilpancingo.
El 6 de octubre, el cuerpo decapitado de Arcos fue encontrado dentro de una camioneta, con su cabeza sobre el techo del vehículo. Según informes locales, el alcalde había pedido en días previos protección de las autoridades estatales.
Arcos estaba casado con Sandra Solís, con quien tenía un hijo pequeño.
El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Omar García Harfuch, informó este 8 de octubre en conferencia de prensa que Guerrero es uno de los seis estados con “mayor incidencia delictiva” en el país, al tiempo que aseguró que para esas regiones “hemos generado una estrategia de intervención para el combate a los delitos de alto impacto”.
“Una situación alarmante” en México
Los obispos de México expresaron que estos crímenes “son hechos que nos consternan profundamente y revelan una situación alarmante en nuestro país”.
“Ante esta escalada de violencia”, los prelados mexicanos hicieron “un llamado urgente a recurrir a la Agenda Nacional de Paz”, lanzada en octubre de 2023 por la CEM junto a la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús y la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México.
Además, pidieron “implementar procesos de pacificación en todas las regiones afectadas por la violencia”.
Los obispos demandaron a las autoridades “de todos los niveles” emprender “acciones concretas e inmediatas para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos”, además de “esclarecer estos crímenes y hacer justicia, restaurando el Estado de Derecho”.
La CEM pidió luego “a todos los sectores de la sociedad” unirse “en un esfuerzo conjunto por la paz, el respeto a la vida y la construcción de una sociedad más justa y fraterna”.
Además, los obispos reiteraron “su compromiso pastoral de acompañar a las víctimas de la violencia, trabajar incansablemente por la reconciliación y la paz en nuestras comunidades”.
El comunicado del Episcopado concluye pidiendo “que Dios consuele a los que sufren y nos guíe en el camino de la paz”.