El Sínodo de la Sinodalidad cuenta este año con 80 miembros procedentes de América Latina. De este total, hay 3 presidentes delegados, 36 nombramientos de las conferencias episcopales y 2 jefes de dicasterios vaticanos.

Además, hay 12 nombramientos realizados personalmente por el Papa Francisco, 3 miembros del Consejo Ordinario y 13 expertos. También hay un latinoamericano en la nueva “Comisión para las controversias”.

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Nuevos nombramientos del Papa Francisco

Una de las novedades más significativas de esta segunda y última sesión respecto al año pasado es la participación, a petición del Santo Padre, de Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa (Nicaragua) deportado a Roma por el régimen de Daniel Ortega. 

Esta categoría está compuesta por aquellos escogidos directamente y por iniciativa propia del Santo Padre. La participación del obispo en este gran evento de la Iglesia Católica representa un giro en la habitual discreción que ha tenido desde que llegó a la Ciudad Eterna.

Además del prelado nicaragüense, el Papa Francisco ha nombrado personalmente a un nuevo miembro de América Latina: Mons. Ricardo Basilio Morales Galindo, Obispo de Copiapó (Chile).

Presidentes delegados

Entre los 9 presidentes delegados del Sínodo, hay también 3 latinoamericanos. Se trata del Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México; Mons. Luis Gerardo Cabrera Herrera, Arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador; y la Hna. María de los Dolores Palencia, religiosa mexicana.

En declaraciones a ACI Prensa durante la primera sesión del Sínodo, el Cardenal Aguiar Retes subrayó  que los tópicos polémicos que rodean al Sínodo de la Sinodalidad —como la apertura al diaconado femenino, la ordenación sacerdotal para los hombres casados o las cuestiones relacionadas con la comunidad LGBT—, “no han sido un tema central”, sino que “han aparecido periféricamente, sin consecuencia alguna”.

Resaltó en esa ocasión que, a su parecer, el Sínodo “no entrará a propuestas concretas de dichos temas, sino que seguirán siendo estudiados más a fondo por especialistas en cada materia”.

Entre la lista de futuros cardenales que el Papa Francisco creará el próximo 8 de diciembre se encuentra Mons. Luis Gerardo Cabrera Herrera, Arzobispo de Guayaquil, quien se convertirá en el sexto cardenal en la historia de Ecuador.

Mons. Cabrera, quien se encontraba en Roma cuando se enteró de su nombramiento el pasado 6 de octubre, llegó a afirmar que un Sínodo sin laicos y sin mujeres “es irreversible” y que la “sola imagen del círculo echa por tierra la imagen de la pirámide”.

Haciendo referencia a la disposición de las mesas en el Aula Pablo VI, destacó que esta imagen “invita a la Iglesia a abrirse para escuchar, valorar y asumir la riqueza espiritual y cultural de otras personas y grupos y, a la vez, a proponer el mensaje de Jesús sin sentirse superior a nadie”.

La Hna. María de los Dolores Palencia, de 75 años, es una religiosa mexicana que ha ayudado a migrantes durante más de 14 años en el Albergue Decanal Guadalupano, en Tierra Blanca, Veracruz.

La religiosa de la Congregación de San José de Lyon describió la participación de las mujeres en el Sínodo —donde por primera vez tienen derecho a voto— como una oportunidad para “sentar el camino para futuros cambios”.

Redactores del Instrumentum Laboris

Asimismo, 3 latinoamericanos han participado en la redacción del Instrumentum Laboris (documento de trabajo), en el que se basa esta última sesión del Sínodo.

Se trata de la Hermana Gloria Liliana Franco, colombiana presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos; y los teólogos P. Carlos María Galli y Rafael Luciani, miembros del equipo de asesores del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).

Preguntada sobre qué rol deberían tener las mujeres en la Iglesia, la Hermana Gloria, religiosa de la Compañía de María, respondió que siempre ha pensado que “una elocuente imagen para proyectar la plenitud eclesial es, sin duda, la de un banquete, con una mesa grande y redonda, en la que todos se reconocen hermanos, y ninguna burocracia ni clericalismo le hace sombra a la presencia y a la acción de un Dios que sin distingo de género llama a lo insospechado de su Reino”.

“La plenitud eclesial es posible, en clave femenina y allí donde hay hermanos. En esta clave la mujer es protagonista de la reforma de la Iglesia y no solo en la Iglesia”, señaló.

Asimismo, durante la sesión de octubre 2023, se refirió al Espíritu Santo como la “Ruah”,  término de género femenino utilizado en la Biblia que significa “soplo, aliento, viento”.

El P. Carlos María Galli es uno de los teólogos de referencia del Papa Francisco y colaborador de relevantes documentos de su pontificado. 

El sacerdote argentino, llegó a afirmar que el Papa Francisco ha “superado” la concepción piramidal de la Iglesia y que habla incluso “de una pirámide invertida, donde la base se convierte en la cumbre”: el ministerio de los obispos está al servicio del pueblo de Dios.

En cuanto a la “reforma de la Iglesia”, el P. Galli remarcó que no se trata solamente de cambiar la estructura, sino que “la reforma o renovación de la Iglesia consiste en un cambio de actitudes en todos los miembros del Pueblo de Dios”.

En otra ocasión, condenó lo que denominó “teología autoritaria” y aseguró que el Papa Francisco “cree en los procesos y quiere que sean irreversibles”.

Por su parte, el teólogo venezolano Rafael Luciani enfatizó en reiteradas ocasiones que las estructuras de la Iglesia necesitan “una revisión sinodal”.

Para Luciani, “la sinodalidad es quizás el aporte epocal más importante que los cristianos podemos hacer al resto de la humanidad”.

Cardenales de Latinoamérica

En cuanto a los purpurados de América Latina que participan en el Sínodo de la Sinodalidad, destacan el Cardenal Pedro Barreto, Arzobispo Emérito de Huancayo (Perú); el argentino Cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe; el Cardenal de Brasil João Braz de Aviz, prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; el Cardenal Óscar Andrés Rodriguez Maradiaga, Arzobispo Emérito de Tegucigalpa y el Cardenal Luis José Rueda Aparicio, Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia.

Durante la inauguración del Sínodo de la Sinodalidad 2024, el Cardenal Víctor Fernández dijo que aún no hay espacio para el diaconado femenino, aunque informó sobre el estudio y profundización de una presencia femenina “más decisiva” en la Iglesia Católica.

En declaraciones a ACI Prensa en septiembre de 2023, a puertas de la primera parte de la asamblea sinodal, el Cardenal Fernández puntualizó que quien espera grandes cambios en la Iglesia a raíz del Sínodo “se va a desilusionar”.

La presencia de los obispos del CELAM

También es reseñable la presencia en esta lista de Mons. Jaime Spengler, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), que también será creado cardenal el próximo mes de diciembre.

El Sínodo de la Sinodalidad cuenta, entre otros, con la participación de Mons. Lizardo Estrada, secretario general del CELAM; y el Obispo de la Rioja (Argentina), Mons. Dante Gustavo Braida.

Cabe destacar que el Arzobispo de Lima (Perú), Mons. Carlos Castillo, también se encuentra en la lista de los designados por el Papa Francisco para recibir la birreta cardenalicia. En enero de 2020,  en el marco de la Asamblea Sinodal Arquidiocesana, el futuro cardenal aseguró que “nadie se convierte con el Sagrario”.

Otros miembros

Al igual que el año pasado, el Sínodo cuenta con la presencia de la Hermana Xiskya Valladares, religiosa nicaragüense radicada en España.

Considerada “misionera digital”, Valladares se pronunció en un video a favor de que haya sacerdotisas en la Iglesia Católica, pese a que el Magisterio, la Tradición, los Papas y otros documentos eclesiales precisan que el Orden sacerdotal está reservado a los hombres.

Otra de las novedades es que este año se incluye una “comisión para las controversias” en la que se incluye a Mons. Sergio Da Rocha, Arzobispo Metropolitano de San Salvador de Bahía (Brasil).

Nota del editor: Este artículo fue modificado para actualizar la participación de uno de los miembros en el Sínodo de la Sinodalidad.