El primer ministro de Bélgica, Alexander De Croo, calificó de “inaceptables” las recientes declaraciones del Papa Francisco sobre el aborto e informó que ha llamado al Nuncio Apostólico, Mons. Franco Coppola, para mantener una reunión.
En su viaje a Bélgica el pasado 28 de septiembre, el Santo Padre visitó la tumba del rey Balduino y elogió su valentía cuando decidió “dejar su puesto como rey para no firmar una ley homicida”.
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Asimismo, durante la rueda de prensa que ofreció en el avión de regreso a Roma, reiteró su deseo de beatificar al monarca y afirmó que abortar “es matar a un ser humano”.
Aseveró que esta práctica es un asesinato y que “la Iglesia no permite el aborto porque mata”, al tiempo que aseguró que los médicos que lo practican son “sicarios”.
Estas afirmaciones, según la prensa local del país belga, fueron el centro del debate en la Cámara de Representantes el jueves 3 de octubre.
El primer ministro denunció que las palabras del Papa Francisco sobre el aborto se produjeran mientras que en Bélgica se estudia la posibilidad de ampliar el plazo legal del aborto hasta las 18 semanas.
Para De Croo, la intervención del Santo Padre “en un debate nacional que está siendo objeto de intensas discusiones es totalmente inaceptable” y afirmó que sería “muy claro” con el Nuncio, una decisión que fue recibida con aplausos también desde la oposición.
Subrayó asimismo que “no necesitamos lecciones sobre cómo nuestros parlamentarios votan democráticamente las leyes” y reiteró que, afortunadamente, “los tiempos en los que la Iglesia dictaba la ley en nuestro país quedaron atrás”.
También pidió “respeto”para los médicos, “que hacen su trabajo dentro de un marco legal” y para las mujeres, “que deben poder disponer libremente de sus cuerpos, sin intromisión de la Iglesia”.
Otros diputados también definieron las palabras del Papa Francisco como “una provocación” y calificaron de “obsoleta” su visión de la mujer.
En concreto, la diputada socialista Caroline Désir se dirigió al primer ministro para increparle que había recibido “a un líder religioso que instrumentalizó su visita para expresar sus posturas más retrógradas y patriarcales sobre las mujeres”.
Alexander de Croo tuvo la oportunidad de saludar al Santo Padre durante su encuentro con las autoridades y cuerpo diplomático del país en la mañana del pasado sábado.
Si bien De Croo no hizo alusión al aborto durante su intervención, instó a no ignorar “las dolorosas heridas que existen en la comunidad católica y en la sociedad civil”, así como los “numerosos casos de abusos sexuales y adopciones forzosas” que han “minado su confianza”.