El Arzobispo de San Antonio en Texas (Estados Unidos), Mons. Gustavo García-Siller, fue dado de alta este jueves, luego de haber permanecido hospitalizado desde el martes por la mañana.
“El arzobispo Gustavo fue dado de alta del hospital esta tarde, 3 de octubre, y descansa ya cómodamente en casa”, señala un comunicado de la arquidiócesis.
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“Se han hecho algunos ajustes respecto a los próximos eventos de la programación del arzobispo para el futuro cercano”, agrega el texto.
“Quiero agradecer a todos por su afecto y oraciones. Me siento mucho mejor, gracias a Dios”, comentó Mons. García-Siller tras salir del hospital.
“Como paciente puedo apreciar todo el trabajo de quienes sirven a nuestros hermanas y hermanos enfermos. Rezo para que más de nosotros nos involucremos en el cuidado pastoral de los enfermos, que los acompañemos en la oración y los visitemos en los hospitales”, continuó el prelado.
“Que el Señor cuide y sane a quienes están sufriendo de alguna enfermedad”, concluyó.
El arzobispo fue hospitalizado el martes 1 de octubre, luego que no se sintiera bien cuando celebraba la Misa de las 9:30 de la mañana en la St. Joseph’s Chapel en el Centro Pastoral de Ministerio Arquidiocesano.
Mons. Gustavo García-Siller es originario de México y tiene 67 años. Fue obispo auxiliar de Chicago entre 2003 y 2010, cuando fue nombrado arzobispo de San Antonio.
Allí se ha destacado por el cuidado y atención de los migrantes y ha sido una figura importante en el acompañamiento de la comunidad de Uvalde, donde la mayoría de habitantes son hispanos y donde ocurrió una masacre en 2022, que acabó con la vida de 19 niños y 2 maestras.