Un cardenal y tres sacerdotes, dos de ellos exorcistas, se pronunciaron tras la realización de un ritual “de limpia” durante la toma de posesión de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
Sheinbaum, candidata de la alianza Sigamos Haciendo Historia —que reúne a los grupos políticos Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Partido del Trabajo (PT), y Partido Verde Ecologista de México (PVEM)— fue la ganadora de las elecciones presidenciales del 2 de junio de este año. Asumió el gobierno el 1 de octubre.
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Sheinbaum sucede en el gobierno de México a Andrés Manuel López Obrador, fundador de MORENA, quien en diciembre de 2018 participó en una ceremonia similar al iniciar su mandato.
Entre los diversos actos de la toma de mando de la primera presidenta mujer mexicana en la Plaza de la Constitución —conocida comúnmente como Zócalo—, un grupo de mujeres indígenas realizó una “ceremonia sagrada” con incienso, plantas, frutas y flores, entre otros, todos con “las manos levantadas hacia el oriente, donde sale el sol”, según refirió una de las participantes, según recoge un informe del canal mexicano N+.
“Invocamos a los nahuales, a las deidades y los demás seres y espíritus divinos que habitan este lugar. Pedimos vida, iluminación y sabiduría para la presidenta constitucional, Dra. Claudia Sheinbaum Pardo”, dijo una de las mujeres al iniciar el acto.
“La encomendamos a nuestras ancestras africanas”. “Te pedimos padre sol que habites en su corazón, así como habitas en el corazón de las niñas y las mujeres de México”, agregó, durante el ritual que duró alrededor de media hora.
“Un acto simbólico de una deuda pendiente”
El Cardenal Felipe Arizmendi, Obispo Emérito de la diócesis mexicana de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, dijo a ACI Prensa que no tiene “elementos para calificar este acto como espectáculo o populismo; al contrario, lo considero un acto simbólico de una deuda pendiente con los pueblos originarios y una decisión de revalorar y reconocer sus derechos también en nuestras leyes”
Tras recordar que el acto similar realizado años atrás por López Obrador, el purpurado resaltó que, con este evento, Claudia Sheibaum “quiere visibilizar más a estos pueblos, particularmente a las mujeres indígenas, las más marginadas. Esperamos que esto se refleje en un compromiso diario por estas comunidades y que esto permee la sociedad, en la que aún queda un racismo persistente”.
Sobre la libertad religiosa, el cardenal refirió que espera que la mandataria la garantice y “tenga apertura de mente y de corazón para escuchar y tomar en cuenta el aporte que la religión cristiana aporta a la construcción de la paz social”.
“Nuestros pueblos son profundamente cristianos, católicos”
El P. Alberto Medel, exorcista y coordinador del Comité Teológico del Colegio de Exorcistas de la Arquidiócesis Primada de México, explicó a ACI Prensa sobre el ritual que “en realidad, los pueblos indígenas no son lo que allí está representado”.
“No dudo que haya todavía grupúsculos que adoren o veneran a las antiguas deidades indígenas, pero lo cierto es que nuestros pueblos son profundamente cristianos, católicos”, subrayó, y por ello “sus tradiciones no se entienden sin la fe cristiana”.
Tras rechazar la afirmación de algunos sobre el hecho de que los pueblos indígenas son “sincréticos”, el exorcista mexicano aseguró: “Yo, francamente, no lo creo”.
Por lo tanto, “lo que vimos allí, a mí me dio la impresión de que fue el guión que algunas leyeron, que algunas de las mujeres indígenas leyeron, estaba escrito por alguien. Una persona indígena no habla así, usan términos que no usa la gente común, más bien fue escrito por alguien, y bueno, pues ya leído por una persona así, pues termina por cerrar el performance, pero no es auténticamente indígena”.
“Esto es sólo un performance, es una manera de congraciarse, ni siquiera con los indígenas, sino congraciarse con una masa que aplaude este sentimentalismo indigenista, pues al final terminan usando las supuestas creencias de la gente”, lamentó el sacerdote.
Luego de precisar que un ritual como el de la toma de mando no reivindica a los indígenas sino que “los hace parecer creyentes de tonterías que hoy nadie cree”, el P. Medel alertó que “presentar a personas que creen que el sol es una divinidad o que la luna es una divinidad, pues es ridiculizarlos”.
“Entonces, yo creo que quienes hacen todas estas cosas, simple y sencillamente, no tienen escrúpulos para denigrar a las personas”, destacó.
“Un ritual de brujería”
El P. Eduardo Hayen, exorcista de la diócesis mexicana de Ciudad Juárez, publicó un artículo titulado Católicos y rituales paganos, en el que consideró que la ceremonia fue en realidad “un ritual de brujería”.
El P. Hayen recuerda luego que Sheinbaum “es de origen judío, no pertenece a ninguna etnia ni practica religiones ancestrales. Si ella permitió que la limpiaran de ‘malas vibras’ es, más bien, por motivos ideológicos y populistas que religiosos. Sheinbaum sigue el mismo librito del indigenismo de su antecesor”.
El sacerdote advierte luego que los católicos no deben participar en ceremonias de este tipo. “Claudia Sheinbaum no participó en un culto satánico explícito y directo. Sin embargo el culto a Satanás puede realizarse al creer, por ignorancia, que se le rinde culto a los ídolos, a las muerte o a fuerzas desconocidas”.
“Hay grupos que se presentan como no satánicos porque no invocan directamente a demonios, sino que se presentan como grupos culturales. Pero en realidad son satánicos en sentido amplio porque practican ritos neopaganos como la adoración a la madre tierra, a la diosa madre, a la madre naturaleza o a la pachamama”, alerta el sacerdote.
El P. Hayen recuerda asimismo que los católicos no “debemos creer que es inofensivo participar en ciertos rituales prehispánicos como en los que participan algunos presidentes latinoamericanos”.
“Los objetos utilizados en rituales paganos pueden convertirse –según enseña la exorcística– en objetos vinculantes que facilitan la acción extraordinaria del demonio sobre la persona que los utiliza”, advierte.
Superstición que abre “puertas al demonio”
El P. Hugo Valdemar, quien fuera director de Comunicación de la Arquidiócesis de México durante 15 años, durante el gobierno pastoral del Cardenal Norberto Rivera, dijo a ACI Prensa que este tipo de rituales “que son superstición abren puertas al demonio, y si al demonio le abres la rendija, se mete hasta la cocina, con graves consecuencias espirituales y materiales”.
“No son ritos inofensivos, son una invitación a que entre el maligno, y él no se lo piensa dos veces entra y se posesiona de la casa”, agregó.
Aunque podría considerarse “un acto políticamente correcto”, el sacerdote advirtió que en el fondo “son actos supersticiosos, pecaminosos, idolátricos, que traen consecuencias nefastas, porque son rituales religiosos que tienen como centro a Satanás aunque se revistan como algo inofensivo”.
Colaboraron con este artículo David Ramos y Diego López Colín.