El portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha valorado de manera positiva la labor desempeñada por el Arzobispo de Burgos, Mons. Mario Iceta, como Comisario Pontificio para resolver la controversia de las exmonjas cismáticas de Belorado.

El Obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la CEE, Mons. Francisco César García Magán, ha explicitado su “apoyo a la labor muy loable, de mucha paciencia, más que el Santo Job”, que lleva a cabo Mons. Iceta desde que el Vaticano le diera la autoridad para afrontar el desafío de la comunidad clarisa de los Monasterios de Belorado y Orduña. 

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“Paciencia del Santo Job y actitud del padre del hijo pródigo”, ha subrayado el portavoz episcopal, “porque les ha dejado los brazos abiertos”. 

Mons. García Magán ha realizado estas declaraciones al comparecer ante los medios de comunicación para dar cuenta del desarrollo de la reunión de la Comisión Permanente de la CEE reunida en Madrid a finales de la semana pasada, encargada de preparar las Asambleas Plenarias y dar cumplimiento a sus acuerdos. El Arzobispo de Burgos pertenece a este organismo en razón de su pertenencia a la Comisión Ejecutiva de la CEE. 

El caso de las exreligiosas clarisas del Monasterio de Belorado salió a la luz el pasado 13 de mayo de 2014, cuando su exabadesa publicó un manifiesto sedevacantista y una declaración cismática. 

El Papa Francisco nombró a Mons. Iceta Comisario Pontificio. El 21 de junio, tras un proceso canónico, se estableció que las exmonjas habían cometido delito de cisma y al día siguiente se declaró su excomunión. 

El pasado 17 de septiembre, el Arzobispado de Burgos ha puesto en marcha el mecanismo jurídico para la expulsión de las exreligiosas de los monasterios que ocupan.