“Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”, afirmó el arzobispo australiano que presidió este lunes 30 de septiembre, fiesta de San Jerónimo, la Misa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano, en el marco del retiro previo al Sínodo de la Sinodalidad.
El Sínodo de la Sinodalidad es un proceso convocado en la Iglesia Católica por el Papa Francisco que en octubre de 2024 ingresa a su segunda fase global con una nueva asamblea en el Vaticano, con el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.
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Mons. Timothy John Costelloe, Arzobispo de Perth (Australia) comenzó su homilía en el Vaticano resaltando lo providencial de que el retiro se inicie en el día “en que la Iglesia recuerda la vida y testimonio de San Jerónimo”, que tradujo la Biblia del griego al latín, la famosa Vulgata.
“Entre las muchas cosas por las que es recordado –resaltó el prelado– tal vez su famoso dicho ‘Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo’ es el don precioso que nos ofrece mientras ingresamos a esto que estará sobre nosotros durante las siguientes tres o cuatro semanas”, hasta el próximo 27 de octubre.
“No podemos ser ignorantes de Cristo, no podemos olvidarnos de Él, mientras discernimos juntos lo que Dios está pidiendo a la Iglesia en este tiempo”, subrayó el arzobispo. “En un sentido tenemos una respuesta o al menos un atisbo de respuesta, ante la certeza que el Papa Francisco nos ofrece que Dios nos está llamando a ser, juntos, una Iglesia sinodal en misión”, agregó.
Tras resaltar la importancia de trabajar juntos en la Iglesia, y que así como Dios creó al hombre ya la mujer para formar una comunidad, así también “en el designio creador de Dios hemos sido creados unos para otros, dependemos de otros”.
Para esto, destacó Mons. Costelloe, es importante seguir el ejemplo de Cristo “y de su infinita paciencia para con nosotros”, para así ser como Él entre aquellos “perdidos o confundidos o empujados a los márgenes”.
Entonces, subrayó, “es importante que recordemos que las palabras que Él le dijo a sus discípulos en la Última Cena son palabras que nos dice a nosotros: Soy el Camino, la Verdad y la Vida (…). Si quieres saber cómo ser una Iglesia acogedora y hospitalaria, aprende de mí porque soy el Camino. Si quieres saber cómo ser una Iglesia humilde y pobre, aprende de mí porque soy el Camino. Si quieres saber cómo ser una Iglesia en misión, aprende de mí porque soy el Camino”.
Para esto último también, resaltó el Arzobispo, “debemos tener los ojos fijos en Jesús” para superar la confusión y el miedo, recordando, como decía el Papa San Juan XXIII, que “la Iglesia es de Cristo y no nuestra. Es a Él a quien debemos mirar”.
Luego de recordar la necesidad de rezarle al Espíritu Santo para pedirle unidad y armonía en la Iglesia, Mons. Costelloe hizo votos para que “María, la Madre de Cristo, nos acompañe con sus oraciones en los siguientes días”.