La Conferencia Episcopal Peruana informó este miércoles que el Papa Francisco ordenó al Sodalicio de Vida Cristiana expulsar a 10 miembros, una medida que causó sorpresa en la Arquidiócesis de Denver (Estados Unidos), que mantiene un vínculo pastoral con algunos de los sancionados.
El Episcopado peruano publicó en su sitio web una nota de prensa de la Nunciatura Apostólica en Perú que señala que el Pontífice, “tras valorar las defensas correspondientes a las denuncias que emergieron durante la misión especial” —enviada a Lima en julio de 2023—, aprobó la expulsión de los miembros de esta sociedad de vida apostólica.
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Los miembros expulsados son el ex superior general, Eduardo Antonio Regal Villa; el Arzobispo emérito de Piura, Mons. José Antonio Eguren Anselmi; así como los ex superiores regionales, P. Rafael Alberto Ismodes Cascón y Erwin Augusto Scheuch Pool; los exformadores Humberto Carlos Del Castillo Drago, Oscar Adolfo Tokomura y el P. Daniel Alfonso Cardó Soria.
También fueron expulsados los exmiembros incorporados Ricardo Adolfo Trenemann Young y Miguel Arturo Salazar Steiger; y el periodista Alejandro Bermúdez Rosell, quien hasta diciembre de 2022 se desempeñó como director de ACI Prensa y de ACI Group, agencias de noticias propiedad de EWTN News desde 2014.
La nota de la Nunciatura señala que para “tomar tal decisión disciplinar se ha considerado el escándalo producido por el número y la gravedad de los abusos denunciados por las víctimas, particularmente contrarios a la vivencia equilibrada y liberadora de los consejos evangélicos en el contexto del apostolado eclesial”.
El texto menciona casos de abuso físico, de conciencia, espiritual, de cargo y autoridad, en la administración de los bienes eclesiásticos y en el ejercicio del apostolado del periodismo pero no detalla cuáles son los cargos asociados a cada miembro.
El comunicado concluye indicando que “el Papa Francisco junto a los obispos del Perú y de aquellos lugares en los que está presente el Sodalicio de Vida Cristiana, entristecidos por lo ocurrido, piden perdón a las víctimas y se unen a sus sufrimientos. Asimismo, ruegan a esta sociedad de vida apostólica que inicie un camino de justicia y reparación”.
Sorpresa en la Arquidiócesis de Denver
El mismo 25 de septiembre, la Arquidiócesis de Denver (Estados Unidos), donde se encuentra una comunidad del Sodalicio, manifestó en un comunicado su sorpresa y tristeza por la noticia de la expulsión, “basada en acusaciones que ocurrieron hace décadas en Sudamérica”.
“Mientras la Arquidiócesis está trabajando activamente para comprender el alcance total de la investigación del Vaticano, no podemos comentar sobre los detalles. Esta noticia es incoherente con nuestra experiencia de larga data con los hombres que han servido dentro de la Arquidiócesis de Denver”, señala.
En el texto, indica que “entre los nombrados que viven aquí, el Padre Daniel Cardó ha servido noble y fielmente en Colorado durante 17 años. Durante su tiempo aquí, el Padre Cardó no ha enfrentado una sola acción disciplinaria en su contra. Es amado por sus feligreses y muy respetado en la comunidad”.
“La alguna vez moribunda comunidad parroquial de Holy Name en Sheridan ahora está prosperando debido a su compromiso con el Señor y aquellos a quienes sirve”, destaca sobre el sacerdote.
En el comunicado, la arquidiócesis dirigida por Mons. Samuel Aquila asegura que “de manera similar, Eduardo Regal y Alejandro Bermúdez han servido fielmente y con distinción en la Arquidiócesis de Denver y los hallazgos en su contra son profundamente decepcionantes, por decir lo menos”.
El caso Sodalicio
El Sodalicio de Vida Cristiana (SCV por sus siglas en latín) fue fundado en Perú en 1971 por Luis Fernando Figari, acusado de abusos sexuales y expulsado de esta sociedad de vida apostólica por el Papa el 14 de agosto de 2024, a raíz del informe de la misión especial dirigida por Mons. Scicluna y Mons. Jordi Bertomeu.
Desde el año 2015, el Sodalicio ya enfrentaba acusaciones públicas de abusos sexuales y de poder luego de la publicación del libro Mitad monjes, mitad soldados, de los periodistas peruanos Pedro Salinas y Paola Ugaz.
En mayo de 2016 el Vaticano nombró al Cardenal Joseph Tobin, entonces Arzobispo de Indianápolis (Estados Unidos), como delegado para el SCV. Entre otras funciones, debía ayudar a su gobierno general en las decisiones a tomar “acerca de las acusaciones formuladas al fundador”.
En febrero de 2017, el SCV presentó su informe sobre los casos de abuso cometidos dentro de la institución tras una investigación realizada por expertos internacionales que identificaron como presuntos agresores a Figari, Germán Doig (vicario general fallecido en 2001), y a los exsodálites Virgilio Levaggi y Jeffrey Daniels.
El 10 de enero de 2018 la Santa Sede designó a Mons. Noel Londoño, Obispo de Jericó (Colombia) como comisario apostólico y a Fray Guillermo Rodríguez como comisario adjunto. Ambos investigaron el estado del SCV y presentaron al Papa Francisco un conjunto de reformas que fueron aprobadas por el Pontífice el 13 de diciembre de 2018.
En enero de 2019 se informó que la Congregación —hoy Dicasterio— para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica eligió al sodálite José David Correa como nuevo superior general por seis años.
El 30 de octubre de 2021 Correa fue recibido por el Papa Francisco, a quien le informó sobre los cambios que se llevan a cabo para la “renovación integral” de la comunidad, según informó la sociedad de vida apostólica.
También entregó al Pontífice la documentación “del proceso de escucha, atención y reparación de víctimas”, así como las acciones realizadas para prevenir abusos y la información “sobre la situación de los procesos jurídicos actuales existentes en el Perú”.
El 1 de diciembre de 2023, el Papa Francisco recibió nuevamente a José David Correa en el marco de la Asamblea de la Unión de Superiores Generales realizada en Roma.
El Sodalicio indicó que su superior general le dio al Pontífice información actualizada sobre la realidad de la sociedad de vida apostólica, “abordando diversos aspectos vinculados a la vida y misión apostólica de nuestra comunidad”.
El 14 de agosto de 2024, luego de conocerse la expulsión de Figari —solicitada por el SCV al Vaticano en 2019—, la sociedad de vida apostólica publicó un comunicado en el que reitera su compromiso de renovación y su pedido de perdón y su solidaridad con las víctimas.