El Papa Francisco recibió, en la Nunciatura Apostólica en Bruselas, a 17 personas víctimas de abusos de miembros del clero de la Iglesia Católica en Bélgica.
“En el curso del encuentro, que ha durado más de dos horas, los participantes han podido contar al Papa su propia historia y su dolor, además de expresar sus expectativas en cuanto al esfuerzo de la Iglesia contra los abusos”, señala un comunicado de la Oficina de Prensa del Vaticano.
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“El Papa pudo escuchar y acercarse a su sufrimiento, ha expresado gratitud por su valor y el sentimiento de vergüenza por quienes han sufrido siendo pequeños a causa de sacerdotes y a quienes estaban confiados, tomando nota de los pedidos que le han dirigido para poder estudiarlos”, indica el texto.
El encuentro concluyó poco antes de las 21:00 (hora local de Bélgica), concluye la comunicación, en la que no se precisó la identidad de los participantes.
En su discurso ante las autoridades de Bélgica esta mañana en la Grande Galerie del Castillo de Laeken, el Papa Francisco se refirió entre otros temas, al de los abusos perpetrados por miembros del clero.
🎥VIDEO | En Bélgica, el Papa Francisco declaró que "la Iglesia debe sentir vergüenza" por los abusos a menores y debe pedir perdón. Condenó estos abusos como "un crimen" y destacó la necesidad de poner condiciones para que no sucedan más. pic.twitter.com/gXljX7HGU6
— ACI Prensa (@aciprensa) September 27, 2024
“Pienso en los dramáticos casos de abusos de menores, un flagelo que la Iglesia está afrontando con decisión y firmeza, escuchando y acompañando a las personas heridas e implementando un amplio programa de prevención en todo el mundo”, resaltó el Papa Francisco.
Para el Santo Padre, los abusos a menores suponen “la vergüenza que hoy, todos nosotros debemos tomar el control, pedir perdón y resolver el problema”.
El Papa Francisco comparó los abusos con lo realizado por Herodes en la época de los santos inocentes y aseveró que “la Iglesia debe avergonzarse, pedir perdón, tratar de resolver esta situación con la humildad cristiana y poner todas las posibilidades para que esto no suceda más”.
Precisó asimismo que, aunque las estadísticas apuntan que la gran mayoría de los abusos se dan en las familias, en el barrio o en el mundo del deporte y en la escuela, “si hay uno sólo, es suficiente para avergonzarse”.
“En la Iglesia debemos pedir perdón por esto, y que los otros pidan perdón por su parte. Esta es nuestra vergüenza y nuestra humillación”, subrayó el Santo Padre.