El Papa Francisco recordó que los santos son quienes salvarán “realmente a la sociedad”, al recibir a una delegación de jóvenes de la iniciativa “La Economía de Francisco”, que desde 2019 trabaja en pos de una economía mundial distinta, basada en la Doctrina Social de la Iglesia.

“El mundo de la economía necesita un cambio. No lo cambiará sólo los que sean ministros o premios Nobel o los grandes economistas –todas cosas bellas–, lo cambiarán sobre todo amándolo, a la luz de Dios, poniendo en eso los valores y la fuerza del bien, con el espíritu evangélico de Francisco de Asís”, dijo el Santo Padre a los asistentes a la audiencia realizada hoy en el Vaticano.

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“No es el grande ni el poderoso quien cambia para mejor el mundo: es el amor el primero y más grande factor de cambio. Un economista de vida santa, el beato Giuseppe Toniolo, escribió que quien en realidad cambiará la sociedad ‘no será un diplomático, un docto, un héroe, sino un santo, más aún, una sociedad de santos”, resaltó el Papa Francisco.

Tras destacar la importancia de la preocupación por los más pobres, el Pontífice reflexionó sobre tres aspectos para cambiar el mundo: ser testimonio, no tener miedo y esperar sin cansarse.

“Si quieren que otros jóvenes se acerquen a la economía con sus ideales (…) será su testimonio de vida el que los atraiga. Sean coherentes –la coherencia es una cosa que no está de moda– en sus opciones”, resaltó el Papa sobre el primer aspecto.

En relación al segundo, el Papa Francisco animó a los jóvenes presentes, como les dijo a los participantes de la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa 2023, a que “no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños”.

“A mí me hace mal ver a esos cristianos que se esconden en las sacristías porque tienen miedo del mundo. Estos no son cristianos, son ‘jubilados’ derrotados, no son cristianos”, agregó.

En cuanto al tercer aspecto, esperar sin cansarse, el Papa Francisco reconoció que no es fácil, pero animó a los jóvenes a tener valentía. “Si son fieles a su vocación, su vida florecerá, tendrán historias maravillosas que contar a sus hijos y nietos”.

Para concluir, el Papa dijo: “Veo que hay algunos niños: esto es bello en una cultura en la que se favorece tener perritos o gatos y no niños. ¡Hay que recordárselo un poco a Italia! Créanme: vale la pena gastar la vida para hacer un mundo mejor. ¡Adelante!”.