Los obispos españoles piden, en un mensaje con motivo de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que “no los idealicemos, pero tampoco los despreciemos. No son mejores ni peores que nosotros: son ‘nosotros’”.
En el mensaje titulado Dios camina con su pueblo en sus comunidades acogedoras y misioneras, los prelados de la Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal Española (CEE), los prelados llaman además a preservar la unidad en el seno de la Iglesia en torno a esta cuestión:
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“Evitemos reduccionismos que, con la excusa de la legítima diversidad de opciones o visiones políticas, agrieten la comunión entre católicos y la comunión con los más empobrecidos, aquellos con quienes Cristo se sigue identificando”, señalan.
Además, recuerdan por otro lado que en la patria celestial “no habrá ya separación en función de nacionalidades, sino sólo en función de la pregunta: ¿has amado sin medida? ‘A mí me lo hiciste’”.
La Iglesia, fundada como “itinerante, diversa y abierta al mestizaje”
Estas conclusiones se ofrecen después de esbozar un retrato de la historia de la salvación en clave de “camino” y con la conciencia de que “la movilidad humana es una de las señas de identidad de nuestra época”.
Así, señalan que “todo en la tradición bíblica es movimiento desde el principio de la creación hasta el final de la historia” y que “la misma Iglesia está fundada en Jesucristo y sus apóstoles y discípulos itinerante, diversa y abierta al mestizaje” y también “misionera gracias a quienes migraban o viajaban abandonando en parte la seguridad de la iglesia de referencia en Jerusalén”.
Para los obispos, “la catolicidad, que es una de las notas de la Iglesia, nos abre a la diversidad, al mestizaje que se ha hecho realidad en tantos momentos históricos y lugares, al encuentro de culturas, diversidad en armonía, unidad y no uniformidad. Nuestro tiempo lo pone cada vez más de manifiesto”.
El Papa Francisco, pendiente del problema migratorio en España
La llegada de personas extranjeras a España es creciente desde hace décadas, siendo especialmente relevante la situación de inmigrantes ilegales llegados a las Islas Canarias gracias a la acción de las mafias internacionales.
Desde inicios de año y hasta el 15 de septiembre, el Ministerio del Interior ha contabilizado casi 38.000 inmigrantes ilegales, lo que supone un incremento del 49,1% respecto al mismo periodo del año 2023.
De ellos, casi 27.000 llegaron a las Islas Canarias en cerca de 400 embarcaciones, lo que supone un aumento del 85,1%. En el archipiélago viven algo más de 2 millones de personas.
La situación es tan relevante que hasta el Papa Francisco ha mostrado interés en acudir a este archipiélago español a su vuelta del viaje a Asia y Oceanía, el más largo de su pontificado: “Pienso un poco en esto, en ir a Canarias porque allí está la situación con los migrantes que llegan del mar y querría estar cerca de los gobernantes y el pueblo de Canarias", afirmó.
El Obispo de Canarias, Mons. José Mazuelos ha expresado, en declaraciones a COPE, la cadena de radio propiedad de la CEE, que las intenciones del Pontífice suponen un reconocimiento a la gravedad del problema y al modo en que se está afrontando la situación:
“Un pueblo que está luchando y afrontando este problema con una generosidad grande. También el gobierno de Canarias... esas palabras del Papa de 'unirse al pueblo de Canarias y a su gobierno' me ha mostrado su sensibilidad y me ha dado alegría ver al Papa preocupado y apoyándonos. Aquí hay muchas situaciones complicadas y gracias al buen hacer de tantas personas, estamos llevándolo".
“No podemos mirar para otro lado, hay que fomentar el desarrollo en los países de origen y esto el Vaticano lo tiene claro. Los obispos de las rutas atlánticas estamos en conexión y nos reunimos. Además, se podrían arreglar muchas cosas en los países de origen dando formación, visados y que vengan con trabajo sin tener que pasar la locura del atlántico”, añadió el prelado.