En el marco del Simposio en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en conmemoración del 10° aniversario del Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, el Papa Francisco deploró la represión violenta contra manifestantes recurriendo a “gas pimienta de primera calidad”, e hizo un llamado a no callar ante las injusticias.

En el evento, que contó con referentes de movimientos sociales de Argentina, el Santo Padre dijo que “el silencio frente a la injusticia abre paso a la división social, y la división social abre paso a la violencia verbal, y la violencia verbal a la violencia física, y la violencia física a la guerra de todos contra todos. Ahí está la cola del diablo”.

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La polémica en Argentina por el gas pimienta

Aunque no precisó a qué país se refería, el Papa dijo que recientemente vio un video “de una represión de hace una semana, menos quizás. Obreros, gente que pedía por sus derechos en la calle y la Policía la rechazaba con una cosa que es lo más caro que hay, ese gas pimienta de primera calidad”.

“No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas, no, no, no, y el gobierno se puso firme y en vez de pagar justicia social pagó el gas pimienta, le convenía. Ténganlo en cuenta eso, eh. Todos debemos levantar a los demás. Todos debemos hacerlo”, añadió.

Los medios en Argentina se hicieron rápidamente eco de las palabras del Papa, ya que la semana pasada el tema de la represión estuvo en el centro de la opinión pública en el país, luego de que la Policía hiciera uso de gas pimienta contra los manifestantes que reclamaban frente al Congreso tras el veto del gobierno de Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria, que buscaba ajustar las pensiones de acuerdo a inflación y salarios.

A las palabras del Pontífice se refirió luego Manuel Adorni, vocero presidencial de Milei, en su conferencia de prensa diaria: “Ya lo dijimos en otras oportunidades. Es la opinión del Papa que nosotros escuchamos y hasta reflexionamos. No tenemos por qué coincidir con él, aunque el respeto es total. No hay mucho más para decir”.

“Mirar con desprecio” es la antesala “de la violencia”

En su discurso a los movimientos sociales, el Santo Padre condenó el desprecio y el odio, que se traducen en violencia: “Mirar desde lejos, mirar desde arriba, mirar con indiferencia, mirar con desprecio, mirar con odio es la antesala de la gestación de la violencia”.

En otro momento de su alocución, el Papa Francisco instó a los ricos a que “compartan sus riquezas”. Asimismo, aseguró su oración “para que los más económicamente poderosos salgan del aislamiento, rechacen la falta de seguridad del dinero y se abran para compartir bienes que tienen un destino universal, porque todos los bienes derivan de la creación y tienen un destino universal”. 

“El Papa no puede sustraerse de la centralidad de los pobres en el Evangelio. Esto no es comunismo, es el Evangelio puro. No es el Papa, sino Jesús el que los pone al centro, en ese lugar. Es una cuestión de nuestra fe y no se puede negociar”, dijo. 

“Reconozco que los empresarios crean puestos de trabajo, contribuyen al desarrollo económico”, admitió, pero advirtió que “los frutos del desarrollo económico no se distribuyen bien”. Por eso, pidió “políticas buenas, racionales y equitativas”, que “afiancen la justicia social para que todos tengan tierra, techo y trabajo, para que todos tengan salario justo y todos los derechos”.

“Que nadie apague los sueños”, pero “paguen los impuestos”

Dirigiéndose a los movimientos sociales, el Pontífice señaló: “Ustedes salieron de la pasividad y del pesimismo. No se dejen abatir por el dolor y la resignación. No aceptaron ser víctimas dóciles; se reconocieron como sujeto, como protagonistas de la historia. Este es el aporte más lindo de ustedes”.

En referencia al primer encuentro, que se llevó a cabo en Roma en 2014, consideró que en aquel momento “plantamos una bandera: tierra, techo y trabajo son derechos sagrados”. 

“Que nadie les quite esa convicción a ustedes, que nadie les robe esa esperanza, que nadie apague los sueños”, anheló.

Luego pidió: “Sean respetuosos de los países donde funcionan y sean responsables de lo que pasa en las plataformas que controlan”. 

“Tienen también la obligación de evitar que las redes se usen para diseminar la ludopatía, la pornografía infantil o facilitar el crimen organizado”, exhortó. 

Finalmente, les dejó un “consejito”: “Paguen los impuestos. Es muy importante”.