El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, ha revelado que lo que más le ha impactado de su estancia en Ecuador con motivo del Congreso Eucarístico Internacional de Quito fue la historia del martirio de un obispo y un político a manos de la masonería.
En el curso del programa Sexto Continente que cada lunes y viernes conduce Mons. Munilla en Radio María España, el prelado ha compartido su impresión al conocer la historia de persecución que sufrieron el presidente Gabriel García Moreno y el Obispo de Quito, Mons. José Ignacio Chueca y Barba.
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Ambos fueron los artífices de que Ecuador se convirtiera en la primera nación en ser consagrada al Sagrado Corazón de Jesús hace 150 años, motivo por el que Quito ha acogido la cita eucarística en la que ha participado el prelado español.
“Fueron objeto de una persecución increíble”, ha subrayado Mons. Munilla, quien ha recordado que, poco después de la consagración, “el presidente del Gobierno era asesinado a machetazos” y que Mons. Checa “fue envenenado”.
La masonería quiere “controlar ocultamente las conciencias”
Para el obispo español, se trata de “una historia increíble, porque parecía que la masonería liberal, no podría consentir que el país se consagrase al Corazón de Jesús. La masonería quiere, por encima de todo, que sean los poderes de este mundo los que reinen en los corazones”.
“Si alguien en su corazón reconoce a Dios como su dueño y Señor, entonces deja de estar sometido a los poderes de este mundo. Y claro, si algo tiene la masonería es esa pretensión de controlar ocultamente las conciencias”, ha abundado el prelado.
Otro de los detalles que ha impactado en Mons. Munilla es que “no solamente fueron asesinados” sino que además “en la persecución se ensañaron tanto que quisieron destruir sus cuerpos, que no quedase memoria de ellos”.
Por ello, tuvieron que ser escondidos, “uno de ellos emparedado en una columna para que nadie lo encontrara” de tal forma que pasaron los años “hasta que existió el riesgo de que se perdiese memoria de dónde estaban escondidos”, ha relatado.
Esta persecución se extendió incluso a un cuadro conmemorativo encargado por García Moreno. En él se ve al Sagrado Corazón de Jesús sujetar en su mano un globo terráqueo. Un rayo de luz, desde el Sagrado Corazón, ilumina Ecuador. “Ese cuadro tuvo que ser exiliado durante 40 años en Chile”, ha explicado el prelado.
Importancia de la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
“Me ha impresionado esa historia de persecución religiosa”, ha confesado el obispo español, además porque “aquí en España también la vivimos desde el marxismo y desde el anarquismo. Y, curiosamente, en Ecuador se vivió desde el liberalismo. Desde la masonería liberal también se ha perseguido con saña al catolicismo”.
Mons. Munilla explica que ha vuelto a España “con un tesoro en el corazón, en el que soy consciente de la importancia que tiene la consagración al Corazón de Jesús”. La prueba de ello, es “qué tipo de reacciones hay. Fíjate si tiene importancia la consagración al Corazón de Jesús que el demonio se revuelve de manera increíble cuando esto acontece”, ha añadido.
Desde ahora, en la capilla de Mons. Munilla permanecerá una reliquia del obispo ecuatoriano. Se trata de un fragmento de la esclavina de la sotana que llevaba Mons. Chueca el 30 de marzo de 1877, cuando lo envenenaron, y que fue obsequiado por unos sobrinos bisnietos a Mons. Munilla.
El obispo español ha subrayado, para concluir, la importancia de recordar que son muchos los testigos que nos han precedido en la Iglesia para comprender “que lo principal en esta vida es que nuestro corazón sea de Dios. Mi corazón tiene dueño. En Jesús soy hijo del Padre. Y eso es lo principal en esta vida”.