Al concluir el Congreso Eucarístico Internacional de Quito 2024, el Legado del Papa Francisco, Cardenal Baltazar Porras, alentó a los fieles congregados en el Parque Bicentenario de la capital ecuatoriana a “ir al encuentro de la realidad cotidiana”.
“¿Qué hacemos en Quito?”, cuestionó el purpurado. “¿A qué hemos venido a Quito, a pasear, a vivir unos días de Oasis, de Tabor?”, añadió.
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“¿O estamos dispuestos a bajar para ir al encuentro de la realidad cotidiana con la convicción para todos de que el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias, el mundo que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado pero liberado por Cristo crucificado y resucitado, roto el poder del demonio para que el mundo se transforme según el propósito divino y llegue a su consumación, sea el escenario en el que tenemos la obligación de ser constructores de la esperanza que no defrauda?”.
La fraternidad, “un imperativo evangélico”
Ante la multitud congregada para la Misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional, el Cardenal Porras aseguró en su homilía que “para los cristianos la fraternidad no es una opción que puede o no tomarse, es consustancial a la fe cristiana”, y también es “un imperativo evangélico”.
“Esto lo vivimos a diario en nuestros santuarios, en las peregrinaciones, procesiones y celebraciones, en el servicio desinteresado a los necesitados”, dijo, señalando que también se puede apreciar “en la generosidad de dar desde nuestra pobreza, tanto en lo material como en el acompañamiento cordial y la asistencia al más débil”.
“La fraternidad cristiana deriva de que el Hijo Eterno de Dios no se ha hecho sólo un ser humano sino precisamente el Hermano Universal”, aseguró. “Pero como el amor no es unilateral se necesita también nuestro sí, que aceptemos la fraternidad de Jesús y que nos hagamos hermanos de todos, no echando a nadie de nuestro corazón, aunque nos haga lo que nos hiera o duela”.
“El descuido o abandono de este mandato de la fraternidad es la causa principal de las injusticias y flagelos que sufre la humanidad”, agregó.
“La Eucaristía no es un simple recuerdo”
El Cardenal Porras aseguró también que “la Eucaristía no es un simple recuerdo”, sino que “es el memorial, actualizar en la sencillez y la pequeñez de un pedazo de pan y un poco de vino el buen sabor que nos atrae y seduce”.
“La Eucaristía quita en nosotros el hambre por las cosas y enciende el deseo de servir”, aseguró, señalando que “nos levanta de nuestro cómodo sedentarismo y nos recuerda que no somos solamente bocas para alimentar sino también sus manos para alimentar a nuestro prójimo”.
El purpurado advirtió que “un campo de particular necesidad” en el mundo actual es “la tragedia mundial que significan las migraciones masivas y forzada por carencias económicas, represiones politicas, discriminaciones etnicas o culturales, por terrorismo ideologico, por persecuciones religiosas”.
También alentó a cuidar “la casa común”, algo especialmente urgente en “América Latina, continente devastado por la explotación irracional de la naturaleza” en el cual “la dimensión ecológica adquiere ciudadanía de virtud a construir”.
"Tarea cumplida"
Al concluir la ceremonia, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, recordó que en septiembre de 2021 recibió “la posta” del Congreso Eucarístico Internacional. Entonces, “dije, emocionado: ‘no sé en lo que nos hemos metido’. Hoy puedo decir que sí sé en lo que nos metimos”.
“Hoy podemos decir, con mucha alegría, a la Iglesia universal, a la Conferencia Episcopalm del Ecuador, al Santo padre, al pueblo ecuatoriano, a la ciudad de Quito: tarea cumplida, hemos cumplido el encargo
y créanme que todos nosotros vamos a respirar un poquito”, expresó.
Tras sus agradecimientos a las autoridades eclesiásticas y civiles, el prelado anunció que como “compromiso social” posterior al Congreso Eucarístico Internacional “vamos a hacer una red, a fortalecer la red de los comedores parroquiales, para niños y ancianos, para los más pobres, y esa red se va a llamar el Pan de la Fraternidad”.
La próxima sede del Congreso Eucarístico Internacional
El Cardenal Baltazar Porras fue el encargado de anunciar la que será la próxima sede del Congreso Eucarístico Internacional, en 2028: Sydney (Australia), que tendrá ocasión de repetir la organización exactamente 100 años después de que lo hiciera por primera vez, en 1928.