El conocido cantante católico Pablo Martínez participó en el sexto día del Congreso Eucarístico Internacional de Quito (Ecuador), con una conferencia titulada Eucaristía: Salmo de Fraternidad.
En su intervención, Martínez se hizo eco de las palabras del Papa Francisco, quien expresó que “en el canto los fieles viven y expresan su fe”. Además, citó también a San Pablo VI, que llegó a escribir: “Si los fieles cantan, no abandonan la Iglesia; si no abandonan la Iglesia, conservan la fe y la vida cristiana”.
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Martínez resaltó la importancia de la música como un medio para acercar a todas las personas a Dios, especialmente a los jóvenes. “La música puede servirnos hoy de termómetro para ver lo que pasa”, expresó. Según el cantante católico, la música que se escucha hoy en el mundo refleja “la decadencia moral que vivimos en nuestras sociedades”.
“Hoy mucha de la música que consumen nuestros adolescentes es una verdadera pornografía auditiva”, sentenció. De igual manera, aseguró que existe un auge en la búsqueda de “música para calmarse, que busca una cierta relajación”.
“Quizás detrás de esas canciones hay una búsqueda. Como si el ser humano en lo profundo de su corazón sintiera que necesita algo más y tratara de resistir a esta invasión sonora, a este ruido constante y sintiera una nostalgia por algo que no lo deje más vacío de lo que se encuentra”, afirmó.
El cantante argentino advirtió que la sociedad invita a las personas a escuchar música solos, no en comunidad. Esto, continuó, representa un gran peligro porque lleva a aislarse y a no interesarse por el otro. “La música puede expresar lo más bello del ser humano, pero también lo peor”, agregó. Y añadió que, más aún, puede llevarnos “a cancelar a Dios”.
Música y fe
Martínez utilizó la música y el canto para reflexionar sobre la Eucaristía. La música “es mucho más que un instrumento o un recurso, es un lenguaje para hablar con Dios”, manifestó.
Asimismo, presentó el canto y la música como herramientas necesarias y muy importantes para alcanzar la fraternidad a la que nos invita Jesús, cuando se dona a Sí mismo por entero a todos en la fracción del pan.
“La respuesta de Dios Padre al anhelo de fraternidad humana está en la persona de Jesucristo, que se ha hecho Pan de vida por amor para sanar las heridas del mundo”, citó Martínez el numeral 55 del Documento Base del Congreso.
“La Eucaristía es el canto nuevo”, precisó. Por último, llamó a la audiencia a ser coherentes y a vivir realmente lo que se canta. “¿Por qué la Iglesia canta? Porque ama. La Iglesia ama y por eso le sale cantar”, señaló.
“El mejor canto que podemos componer, la canción más bonita que podemos hacer es aquella que vivimos. La Iglesia no canta de Sí misma… Si la Iglesia canta de Sí misma es porque se ve implicada en lo que canta, porque quiere contar y cantar las maravillas que Dios hizo, hace y hará en Ella, con Ella y a través de Ella”, expresó.
Y sentenció: “El mejor canto que podemos hacer, insisto, es nuestra vida”.