El Cardenal Mauro Gambetti afirmó este miércoles que, aunque la ayuda material es importante, la verdadera fuerza de la evangelización radica en la entrega personal. 

Durante la Misa de la cuarta jornada del Congreso Eucarístico Internacional Quito 2024, en Ecuador, el cardenal italiano, vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano, subrayó que el éxito pastoral no depende únicamente de recursos, sino de la disposición de cada cristiano a convertirse en "alimento" para los demás, tal como Jesús enseñó en el milagro de la multiplicación de los panes y los peces.

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“La pastoral no es un conjunto de cosas para hacer, sino que es, en primer lugar, la entrega de uno mismo”, señaló.

En su homilía, el cardenal recordó que, después de ser enviados a evangelizar de dos en dos, los discípulos retornan donde Jesús y se van a un lugar apartado para reposar. Sin embargo, una multitud los sigue, y ello puede llevar a “preguntarnos qué descanso se nos ha reservado, pero al mismo tiempo, qué servicio se nos pide”.

“Parece irreconciliable reposo y servicio, porque el mismo Jesús, movido por su compasión, se pone a servir”, indicó. 

El Cardenal Gambetti dijo que “los discípulos hacen una observación lógica, pero difícil de llevar a cabo: si la multitud es despedida para buscar alimento y alojamiento, ciertamente no lo encontrará”. 

“Esta es también nuestra tentación cuando no tenemos fuerzas suficientes, los recursos o palabras para dar de comer a la gente: la tentación es despedirla”, sin embargo, Jesús reflexiona al revés y les dice: ‘Den ustedes mismos de comer’”.

Recordó que entonces los discípulos le presentaron cinco panes y dos peces, un “dólar eucarístico”. Sin embargo, aclaró que “aunque hubiesen sido cien o mil estos panes y estos peces, este ‘dólar eucarístico’ no habría sido suficiente” sin el punto decisivo de ponerlo al servicio.

“El éxito de este Congreso Eucarístico no depende del ‘dólar eucarístico’”, aunque sea necesario, indicó. 

“El tercer pasaje, ‘den ustedes de comer’, se convierte en ‘dense ustedes como alimento’. Sólo cuando cambiemos nuestra forma de pensar sobre la pastoral, y en general la evangelización, podremos conquistar el mundo entero para Dios”, concluyó el arzobispo italiano.