Las Hermanas “Alma”, un halo de esperanza para niños discapacitados en Timor Oriental

En su segundo día en Timor Oriental, el Papa Francisco mantuvo un emotivo encuentro con niños discapacitados en una escuela dirigida por una Congregación de religiosas a las que se les conoce como las Hermanas “ALMA”.

Las Hermanas ALMA — acrónimo de “Asosiasi Lembaga Misionari Awam”, Asociación de Laicos Misioneros — llevan trabajando en el país desde 2004 y además de la escuela  también gestionan un orfanato.

Esta Congregación fue fundada en la década de 1960 por el P. PH Janssen en Malang, Java Oriental. Se trata de un instituto secular que trabaja en los campos de la educación, la predicación en lugares y entornos remotos, el cuidado de niños discapacitados, la pastoral familiar y la promoción del apostolado laico.

La Escuela “Irmãs Alma” (Hermanas Alma, en portugués), que visitó hoy el Santo Padre, se ocupa de los niños más desfavorecidos con graves discapacidades físicas y mentales.

Además, proporciona a los jóvenes sesiones de terapia varias veces por semana, mejor nutrición y medicamentos para mejorar su estado y permitirles participar en actividades en la comunidad local.

También ayuda a las familias a estar mejor preparadas para aceptar la condición de un niño discapacitado. 

Los niños enfermos, junto a las religiosas y voluntarios de este centro situado en la capital de Dili, fueron hoy testigos de una visita que recordarán para siempre.

Durante cerca de una hora, el Santo Padre los saludó uno a uno, los abrazó, y también les ofreció un consejo: “Aprender a dejarnos cuidar por Dios”.

Especialmente entrañable fue el momento en que, cogiendo de la mano a Silvano, un niño con parálisis, el Pontífice indicó emocionado que él nos enseña a “dejarnos cuidar por Dios, que nos quiere tanto” y a dejarnos cuidar también por la Virgen, “que es nuestra madre”.

Arcangelo, un joven de 24 años con discapacidad, pidió al Papa que le firmara en su diario, donde suele dejar por escrito sus pensamientos y reflexiones. “A Arcangelo, con mi bendición”, escribió el Santo Padre en portugués en una de sus páginas.