En medio de un ambiente de fiesta, alegría y devoción, unas 25.000 personas, incluyendo a 1.600 niños con vestiduras blancas y trajes típicos que recibieron su Primera Comunión, participaron hoy en la Misa de inauguración del 53º Congreso Eucarístico Internacional Quito 2024.
Desde las primeras horas de la mañana de este domingo 8 de septiembre, una multitud de fieles comenzó a congregarse en la explanada del Parque Bicentenario de Quito (Ecuador), acompañada por arzobispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas, diáconos y monaguillos, entre otros. En total, participaron 54 delegaciones de diferentes países.
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Poco después de las 10:00 a.m. (hora local), comenzó la Misa en un enorme escenario en el que destacaba una imagen de la Virgen de El Quinche, adornada con decenas de flores rojas y amarillas. La celebración fue presidida por el Arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, quien durante su homilía aseguró a los niños que este era “un día de fiesta, un día grande en sus vidas”.
“Este recuerdo quedará grabado para toda la vida en sus corazones y podrán decir con certeza de que son los ‘misioneros eucarísticos’ de nuestra Iglesia de Quito y crecer sabiendo que están llamados a construir la Fraternidad, comenzando en sus propias familias”, señaló el prelado, haciendo alusión al lema del Congreso: “Fraternidad para sanar el mundo”.
Mons. Mateus recordó que “hoy celebramos que Jesús, el mejor amigo de ustedes y de todos, está presente en el Pan de Vida”.
“Abran sus corazones queridos niños para recibirlo con alegría, que el encuentro con Él en la Eucaristía que van a recibir por primera vez, los lleve a saber compartir, soñar, agradecer, confiar y honrar a los demás”, continuó.
Asimismo, compartió un mensaje enviado por el Papa Francisco a los pequeños: “Hacer la Primera Comunión significa querer estar cada día más unidos a Jesús, crecer en amistad con Él y que otros también puedan disfrutar de la alegría que nos quiere regalar. El Señor los necesita para poder realizar el milagro de que su alegría llegue a muchos de sus familiares y amigos”.
Finalmente, refiriéndose al pasaje del Evangelio según San Marcos (7,31-37), invitó a la comunidad a pedirle al Señor “que haga en nuestras vidas, el mismo milagro que hizo con el hombre sordo que apenas podía hablar”.
“Que se abran siempre nuestros corazones, pero sobre todo, nuestros oídos, para escuchar el grito de dolor del mundo entero, el llanto de los que sufren y el clamor de los pobres, y podamos, desde la Eucaristía, ser auténticos ‘misioneros de Fraternidad’, para sanar y hacer el milagro de que todos seamos uno”, concluyó.
Una jornada que cambió muchos corazones
En una conversación con ACI Prensa, Mons. Andrew Cozzens, Obispo de Crookston y expresidente de la junta del Congreso Eucarístico Nacional de Estados Unidos, aseguró que la Misa campal de este domingo lo conmovió profundamente, ya que él también encontró el amor de Jesús en su Primera Comunión.
“Fue muy bonita la manera en que el arzobispo explicó la importancia de la Primera Comunión, porque es fundamental para todos nosotros. Es importante que recordemos la importancia de nuestra Primera Comunión y el privilegio de estar en unión con Jesús”, aseguró.
Mons. Cozzens recuerda claramente cuando recibió por primera vez a Cristo. Cuenta que el sacerdote de su escuela le enseñó a arrodillarse, a hacer una genuflexión, y le explicó cómo reverenciar la presencia de Jesús. “Experimenté en mi corazón el deseo de recibirlo”.
Cuando recibió a Jesús en su Primera Comunión, sintió una paz muy fuerte, a pesar de ser tan joven. Según él, “esa presencia puede profundizarse a lo largo de nuestras vidas”.
Al final de la Misa, Emilio Osorio, un niño que recibió la Primera Comunión compartió a ACI Prensa que se sentía muy alegre de tener a Jesús en su corazón. “Así puedo unirme más con Él y hablar con Él en la oración”.
La mamá de Emilio, Gabriela, señaló que, como familia, están muy “felices de compartir este momento”. “Para nosotros es muy importante Jesús, porque Él es el núcleo de la familia. Siempre con respeto y humildad lo recibimos en nuestra casa y en nuestro corazón, y estamos pendientes de los aprendizajes que Él nos ha dejado”, agregó.
Anahí Gutiérrez, una niña que también estuvo presente para recibir a Cristo por primera vez, compartió su felicidad al asegurar, que a partir de hoy, “Dios será mi guía”. “Jesús me va a amar, tendrá compasión hacia mí. Conocer a Jesús me ha hecho ser mejor hija y a respetar a mis padres siempre”, agregó.
El sacerdote ecuatoriano Milton Paredes Arroba compartió con ACI Prensa la “bendición” que significó asistir por primera vez a una Misa de esta magnitud en toda su vida. “Dios se ha derramado en todos lo que han estado presentes en este lugar (…) Esto significa una renovación de lo alto, porque es la misma Eucaristía la que nos bendice, fortalece y reúne”, comentó.
Finalmente, el presbítero, perteneciente a la Congregación de Jesús y María, señaló que el 53° Congreso Eucarístico Internacional es verdaderamente “un tiempo de sanación, reconciliación y de Fraternidad para sanar el mundo”. “Bendecimos al Espíritu Santo por inspirar esto a la Iglesia y al Papa Francisco”.