Edmundo González Urrutia, candidato de la oposición y a quien diversos países reconocen como vencedor de las últimas elecciones presidenciales en Venezuela sobre Nicolás Maduro, acaba de salir del país para asilarse en España.

Según informa la agencia Efe, ha sido la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, quien comunicó que González dejó el país con un salvoconducto “en aras de la tranquilidad y paz política”, después de pasar “varios días” en la Embajada de España en Caracas.

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Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España publicó un comunicado en el que indica que González viaja al país ibérico “en ​un avión de las Fuerzas Aéreas españolas. El Gobierno de España ha dispuesto los medios diplomáticos y materiales necesarios para su traslado, realizado a solicitud suya”.

“El Gobierno de España reitera su compromiso con los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas, muy especialmente de los líderes políticos”, añade el texto.​

La voz de la Iglesia Católica en Venezuela

El 3 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) emitió su quinto mensaje al país tras las elecciones del 28 de julio, en la que los obispos se refieren al González Urrutia como “el candidato con mayor número de votos”, quien tomó la decisión de salir del país luego que la Fiscalía General de la República emitiera una orden de captura en su contra.

Los mensajes de los prelados se han dado ante la crisis suscitada por las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio, luego que el ente electoral venezolano controlado por el chavismo, declarara como presidente electo a Nicolás Maduro.

Además de los más de 1.600 detenidos y de los más de 20 fallecidos a causa de las protestas, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) eximió al ente electoral de su responsabilidad de publicar los resultados totales de los comicios, desglosados mesa por mesa, como está previsto por la ley, lo que para los obispos “es contrario a los valores democráticos garantizados por la Constitución”.

“Desconocer la soberanía popular manifestada a través del voto es moralmente inaceptable, ya que se aparta gravemente de la verdad y de la justicia”, resaltaron.

“La verdad, aunque quiera ser ocultada, o reducida a la opinión de unos pocos, resulta imponiéndose”, subrayaron los obispos venezolanos.